¿Cuántas veces tratamos y tratamos, sin sentido, de resistirnos al desapego? ¿Cuántas veces mantenemos rutinas, relaciones y trabajos que ya no nos representan ni se alinean con lo que nuestro corazón necesita, simplemente, por no animarnos a abandonar nuestra zona de confort? Y cuántas veces nos damos cuenta que en esos momentos en donde decidimos no seguir luchando contra lo que nos llega inevitablemente por todas las vías, es entonces cuando todo pareciera acomodarse y fluir naturalmente, como si no hubiera sido necesario dedicar tanta energía en no aceptar.
No estamos hablando de resignarse, ni de tomar ciegamente lo que nos ofrecen, como si fuéramos maquinas sin decisión propia, en vez de seres sintientes y pensantes. Estamos hablando del aprender a fluir detectando cuándo es efectivamente necesario entregarse al ritmo natural de la vida. Recordando que todo lo que llega es otra forma más de aprendizaje. Y si llega, de alguna manera, siempre estamos preparados para experimentarlo.
Entonces, hoy te mostramos algunas actitudes que te ayudarán a favorecer la relación frente a los cambios, permitiéndote readaptarte con mayor facilidad y comprender que no hay un solo día en que la vida permanezca inmóvil. Y cuando nos permitimos aceptar este movimiento, es cuando se habilitan en nuestro camino, las oportunidades.
Flexibilizar el cuerpo: Es conocido por todos que un cuerpo rígido y contracturado, habla de un estado mental en igualdad de tensión y rigidez. Del mismo modo, si logramos flexibilizar nuestros pensamientos, siendo más abiertos y tolerantes, ese cambio se verá reflejado en nuestro cuerpo, que adoptará mayor equilibrio y una postura mucho más flexible. Entonces, parte de nuestra transformación frente al movimiento de la vida, consistirá en dedicar tiempo diario a realizar ejercicios de ablandamiento y elongación corporal. En las clases de Yoga, por ejemplo, al estirar el cuerpo en forma integral, se facilita la evacuación de bloqueos internos y externos. Aquí encontrarás nuestras notas relacionadas con esta práctica http://serpositivo.tv/?p=426 . Además, al liberar espacio que antes estaba ocupado por residuo, ahora habrá lugar disponible para una energía renovada.
Leer las sincronicidades: Muchas veces pedimos una señal. Y esa señal se cansa de llegar a nosotros que estamos tan atareados, tan pegados al celular y a nuestras rutinas de pensamientos monotemáticos, que no somos capaces de verlas o escucharlas a nuestro alrededor. Pero si hay algo cierto, es que cada vez que pedimos al Universo una señal, él se encarga de brindárnosla. Siempre que hacemos un pedido o una pregunta, la respuesta llega por alguna vía. Entonces, dediquemos tiempo a retomar nuestra percepción y concentración, habilitando un caminar más consciente y atento. Registremos lo que llega a nuestro alrededor y agradezcamos cuando somos capaces de poder verlo. Seguramente, encontraremos muchas señales acerca de los cambios venideros y de cómo atravesarlos.
Dejar de controlar: Remover la relación con el apego y con el no saber delegar. En cualquiera de estas instancias, se trata en verdad, de aprender a dejar ir. De comprender que no podemos ir por la vida creyendo que tenemos todo bajo nuestro control y bajo nuestras técnicas de crear seguridad para protegernos de una posible transformación. Los cambios existen y no podemos protegernos de ellos, lo que si podemos es trabajar para convertirnos en compañeros de estos cambios. Para transitar con ellos de la mejor manera posible, comprendiendo que siempre que algo cambia, nos recuerda que ese algo estaba vivo. Te recomendamos esta nota que te ayudará a amigarte con tu presente: http://serpositivo.tv/?p=443
Entonces, al menos por hoy, te invito a bajar la guardia y suavizar la resistencia. Y también me invito a mí misma a permitirme que las oportunidades no sólo existan en mi mente o en mis sueños. Y nos invito a los dos a caminar, una vez más, con el corazón al aire, recordando que a la vuelta de la esquina siempre nos está esperando un misterio.