La falta de enraizamiento en nuestra propia vida, el no poder sentirnos fuertes, estables, merecedores de abundancia y capaces de crear nuestra propia felicidad, pueden armonizarse con herramientas de auto descubrimiento y curación que, sumadas al tratamiento terapéutico adecuado, trabajarán realineándonos con nuestra esencia y con el corazón de las cosas. La Meditación es una ellas.
Muchas personas experimentan distancia o dificultad para relacionarse con la meditación porque la encuentran acartonada, demasiado rígida o porque se sienten casi impedidos de poder mantener ciertas posturas corporales o nulidad para acallar los pensamientos que revolotean en la mente, cuando intentan relajarse.
Por eso, hoy, quisiéramos recordar que Meditar no tiene que ver exclusivamente con mantener una postura o con un Mantra específico, sino con una manera de estar en el mundo. Con una forma de relacionarnos con el Universo y con toda su energía. Esas posturas, Mantras y gestos sagrados, son simplemente técnicas que pueden facilitarnos esta práctica y abrir una nueva experiencia para nosotros.
Pero vos podés y debés encontrar tu propia manera y tu propia forma de meditar. Alcanzando tu ritmo, tu tiempo, perfeccionando el espacio en el cual te relajes y te reconectes. No hay una guía infalible, pero si hay métodos que pueden ayudarte. Solo tenés que encontrar el tuyo y no volverte rígido, porque Meditar es, en verdad, poder fluir.
Es flexibilizar nuestra mente tanto tanto tanto que podamos orientarla y dirigirla con propósitos de evolución y crecimiento. Aprender a enfocarnos en lo que verdaderamente nos nutre, eligiendo quedarnos donde nos llegue el sol. La “sombra” no es para nosotros y podemos trascenderla con voluntad, trabajo de autoconocimiento y ganas de cambiar y crecer. Te compartimos esta nota sobre cómo, el permitir cambios, nos concede oportunidades para nuestra vida: http://serpositivo.tv/?p=551 .
Meditar, también, es fluir porque nos ayuda a mejorar la distribución de energía en todo nuestro cuerpo, ayudando a sanar el organismo, a proyectar mejores vínculos y a mejorar nuestro rendimiento y vitalidad. Y para ello, necesitamos enfocarnos en dejar de pensar nuestro cuerpo y comenzar a sentirlo, a experimentarlo. Aquí te dejamos una guía que te puede ayudar: http://serpositivo.tv/?p=504 .
Meditar es también soltar, los apegos, lo que ya no nos es funcional para nuestro presente, lo que pide, a gritos, irse de una vez. Por eso, meditar nos sana y nos re equilibra. Aquí encontrarás nuestra nota anterior para orientarte en tu reconexión con el momento presente de tu vida: http://serpositivo.tv/?p=443 .
Entonces, hoy te invitamos a volverte flexible, a trabajar para orientar y potenciar tu energía, intentando enfocarla en un propósito por vez, que puede ser algo simple como meditar hoy en la gratitud. Y allí bendecir y agradecer algo que hoy tengas en tu vida y sientas como valioso. Seguramente, vas a encontrar mucho más de lo que ahora estás pensando. Meditar es centrarnos en nuestra vida, estar atentos a las señales del camino porque estamos transitando escuchando nuestro corazón y sin disociarnos de lo que nos rodea y de lo que, entre todos, formamos parte.