3 Vínculos que deberíamos evitar

Constantemente hablamos de las relaciones tóxicas y de cuán nocivas son para nuestra armonía y para nuestra salud general. Pero hoy, nos gustaría enfocarnos en que no siempre se trata de relaciones de pareja o del eterno reclamo a nuestras madres. Hoy nos gustaría recordar que si queremos purificar nuestro entorno, es muy importante tamizar nuestras relaciones para poder alejarnos de aquellas amistades a las que ese título les queda realmente grande. Hoy repasaremos tres clases de vínculos que realmente no parecen ser muy inspiradores:

Ellos nunca preguntan cómo estás: El “vos” no existe. Un 80% de las veces que inician una conversación es, simplemente, para hablar de ellos mismos, contarte todo lo bueno de sus vidas, cuán felices o cuán tristes se sienten, sus eventos importantes a los que, por supuesto, no debes faltar y, sobre todo, recordarte que cuando tú lo vivas, entonces, lo comprenderás. Esta clase de personas es realmente muy nociva para nuestra energía, ya que solo están buscando nuestra atención y nuestro foco en ellos. Rara vez preguntan ¿Cómo estás? O se alegran de tus propios acontecimientos, porque en realidad lo que más necesitan es exponer su monologo personal.

Se empeñan en imitar tu vida: Existen algunas personas que parecieran querer recrear nuestra vida personal como si fuéramos “dobles”. Se anotan a nuestros mismos cursos, intentan hacerse amigos de nuestros amigos, adoptan proyectos iguales aunque jamás hubiéramos pensado que podrían interesarles y, hasta, intentan activar los grandes acontecimientos de la vida, justo después de que les hemos confiado el nuestro. Yo me caso, ella se casa. Yo decido viajar a India, ella se anota a un retiro espiritual, aunque jamás ha participado siquiera de una clase de Yoga o Meditación. Esta gente nos consume nuestra energía y nos invade la unicidad que tenemos derecho a sentir. Mejor estar atentos y poner los límites en forma sana y armónica.

Te dejan completamente agotado: Muchas veces mantenemos relaciones con personas que, una y otra vez, durante y después de los encuentros, nos hacen sentir agotados, con tensión o dolor de cabeza, debilitados corporalmente y hasta de mal humor, sin causa aparente. Este es el clásico caso de personas que operan (consciente o inconscientemente) como vampiros energéticos. Son personas que se valen de tu energía personal para alimentarse ellas, a través de mecanismos como la culpa, como hacerte responsables de visitarlos o encontrarle soluciones a todas sus dificultades. Tenemos que tener mucho cuidado con este tipo de relaciones porque realmente afectan a nuestra salud. Te recomiendo que evalúes si te pasa en cada encuentro o si solo ha sido una vez en particular y que tomes las medidas adecuadas como  alejarte lo máximo posible, evitar darle información personal o, en caso de no poder cortar ese vínculo x razones específicas, entonces protegerte antes de cada visita. Puedes usar Reiki para elevar tu vibración y mantenerte protegido, portar cristales de ámbar y turmalina negra o, también, practicar una visualización de protección energética y fortalecimiento del aura. Aquí te recomiendo una en especial: http://serpositivo.tv/?p=701

Ya sea que lo hacen en forma registrada o inconsciente, de todas formas, nos afecta y es importante aprender a registrar estas situaciones para poder sanar nuestros vínculos, hablando a tiempo, explicando lo que sentimos, optando por alguna herramienta que nos ayude o, simplemente, intentando tomar distancia. Que todas nuestras relaciones sanen y sean siempre para el mayor bien.

 

 

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