Cuesta pero se puede ¡Y hasta conviene!
Sumá beneficios a tu práctica dedicándole un espacio en tus mañanas y sanate así:
- Te conecta con la voluntad y la aceptación porque al estar recién levantado, tu cuerpo aún no está tan flexible.
- Abrís el día de manera armónica, donde tu primera conexión con el mundo es a través del movimiento, la escucha y la búsqueda del equilibrio.
- Te recuerda la perseverancia y quizás la necesites hoy. Respiración tras respiración, vas alcanzando tu propósito, acomodando la postura y haciéndote uno con ella.
- Movilizás la energía de todo tu cuerpo y de tu mente, evitando sentirte estancado durante tu jornada.
- Te ejercitás en forma suave pero potente, al mismo tiempo que revitalizás tu organismo.
- Abri y limpiás el pecho, la garganta y las emociones predisponiéndote a relacionarte mejor a lo largo de este día.
- Te hace sentir sano, relajado y más contento
¿Quién no quiere despertarse así?
🙂