Hay un momento clave, una bisagra entre lo que fue y lo que querés que siga siendo, un pasaje entre la antigua y la nueva versión de vos. Si sentís que ya es momento de reinventarte, es porque estás lista para seguir tu viaje, dejando atrás el pasado.
Actitud de avanzar: El primer paso y el más efectivo es siempre adoptar una actitud de apertura y de voluntad. Si tu meta hoy es dejar ir una relación, una situación o algún aspecto personal que ya no querés seguir cargando, entonces, comenzá a intencionarlo y preparate mentalmente para tu nueva etapa. Visualizá, utilizá lista de afirmaciones e imaginate cómo sería tu vida si ya estuvieras transitando este cambio. La actitud que dispongas reflejará gran parte del éxito.
Liberarte de lo que ya no querés seguir cargando con vos: Esto es clave. Tenés que tener muy claro qué es eso con lo cual no querés seguir vinculada. Tal vez sea una vieja relación que no te beneficia, una postura de pesimismo constante, un empleo que no te reditúa ni monetaria ni personalmente. Te sugerimos hacer una lista, leerla en voz alta afirmando que, a partir de ahora, te vas a desprender de ello y luego quemarla y desecharla.
Permitirte cambiar: Para que las cosas cambien, tu mente también tiene que hacerlo. Permitite flexibilizar pensamientos, probar nuevos caminos, acercarte a las oportunidades que llegan a tu vida y, sobre todo, permitite mirar con nuevos ojos y caminar con nuevos pies.
Frenar es importante porque nos permite comprender, registrar e integrar lo vivido. Pero igual de importante es volver a levantarnos, es accionar nuestra fuerza vital y nuestra intención de comenzar a vivir hoy lo que soñamos experimentar mañana.