Cuando no te estés encontrando, tratá de re-conectarte con lo que solía hacerte feliz, cuando eras más pequeña. Volvé a jugar sabiendo que nada es más importante que tu juego.

Cuando sientas incomodidad en todas partes, aceptá que no son las partes las que están desacomodadas.

Estás cambiando. Solo es eso.

Abrí los brazos para abrazarte a vos.

Cerrá los ojos para sentirte por dentro y ver tu propia vibración.

Amate tanto como puedas amar el sol.

Te estás adaptando. Solo es eso.

Volvé a bailar, salí a respirar, cantá fuerte tu canción hasta que puedas escucharla desde cada uno de tus rincones.

Te estás despertando. Solo es eso.

Nadá por tu vida orientando tus brazadas, pero también dejándote flotar.
Sentí el agua, rozá el viento, danzá como el fuego, sostenete en la tierra.

Viví con risa de niña y con corazón de abuela.

¡Volvé a creer, volvé a crear!
Y, sobre todo, protegé tus sueños para que tus miedos no logren derribarlos.

#ViviConMagia.