Cada semana, te compartimos técnicas y prácticas para que mejores tu estadía personal en dónde estés. Hoy, repasamos los beneficios que nos aporta aprender a visualizar y envisionar en nuestra vida profesional.
Al visualizar, ya estás creando: Cuando tengas situaciones laborales que te generen cierto estrés o desanimo, practicá una visualización que te ayude a conectar con su resolución. Imaginalo hecho, en condiciones, con éxito, firmado. Acordate siempre que envisionar es un poder enorme que todos somos capaces de activar. Lo que creamos en nuestra mente, es lo que finalmente nos rodea y vibra hacia nosotros.
Entonces, no significa que porque visualices, el trabajo se hará solo, pero te ayudará muchísimo a que el propósito fluya y a que tu actitud sea positiva y favorable evitando interferir negativamente en la situación concreta. Ya sabés que nuestra mente puede volverse nuestra propia enemiga si no sabemos cómo orientarla o entrenarla.
Enfocás tu energía y tu propósito se materializa: Otro de los beneficios de visualizar en tu trabajo es que te permite mantener claridad y concentración en tu objetivo. Esto ayuda, porque direccionás tu energía mental y física específicamente hacia lo que buscás obtener, evitando distraerte o perdiendo prioridad. Acordate siempre que dónde ponés tu atención, ponés tu energía.
Entonces, hoy mismo podemos comenzar a cambiar nuestros hábitos mentales y transformar, desde la actitud, la realidad que nos rodea. Mejoremos nuestro estado interno y esto se reflejará a nuestro alrededor. En nuestro trabajo, al igual que todo en la vida, la actitud y la energía con la que encaramos las situaciones, determina gran parte de su desarrollo y resultado.