Expandir la visión y la intuición es incentivar una de tus grandes herramientas personales. Existen muchas maneras de lograrlo y casi todas son súper disfrutables. Una de ellas es viajando:
Genera expectativa pero también intención: Y la intención es tu gran poder. Porque si bien la previa de los viajes es más que nada la ansiedad de llegar, imaginar cómo será y todo tipo de expectativas, también se activó una parte muy fuerte en la que vos trabajaste para que este viaje ocurra: Ahorraste, dispusiste el tiempo para ir, decretaste que lo harías. Todas estas actitudes están ligada a la visión y al poder personal que nos permiten concretar y crear algo nuevo en nuestra realidad.
Te conecta con lo diferente y genera apertura: Cuando viajamos expandimos nuestra mente y reducimos mucho los prejuicios o los mandatos que, muchas veces, nos distancian de los demás o de experiencias enriquecedoras. Estamos abiertos y entusiastas, buscando aventurarnos o simplemente relajarnos, pero siempre con una actitud mucho más receptiva que en nuestra vida cotidiana.
Te vuelve más perceptivo: Porque cuando estamos de viaje, queremos captar todo, sentir todo, llenarnos de ese lugar y aprender costumbres o culturas nuevas. Esta actitud, naturalmente permite que nuestra sensorialidad y percepción se activen y se expandan.
Viajar nos nutre, nos libera, nos conecta con la libertad y con lo diferente. Nos ayuda a escucharnos y, muchas veces, es lo que necesitamos para volver a encontrarnos.