Llegando a fin de año tenemos un respiro con Venus directa en los últimos grados de Libra. Se siente el cansancio mental y físico por todo el trabajo interno que se hizo en relación a la forma de vincularnos y a los patrones kármicos que repetimos sin darnos cuenta e impiden un fluir energético. Sin embargo, todavía le queda volver por donde retrocedió y junto con Mercurio retrógrado nos agendará citas para terminar de hablar lo que quedó resonando en el aire. Gran parte de este año estuvo teñido de una energía fija que cuestionó nuestro poder personal y de a momentos nos hizo sentir que las personas y las situaciones en nuestra vida se estancaban para siempre. Ahora con Júpiter en su domicilio y Venus directa las cosas cambian. Es tiempo de recalcular la orientación de nuestro camino e ir para adelante sin miedo. Hasta Diciembre volvemos sobre nuestros pasos pero con la mente más clara.