Un cuerpo con la energía bloqueada, genera malestares físicos, contracturas, falta de flexibilidad (También a nivel mental), agotamiento, un pensamiento empobrecido, sensación de estancamiento y emociones abarrotadas que no logran expresarse en forma concreta, enfermando el organismo por dentro.
Por eso, mantener tu aura protectora, lo más limpia y fuerte posible, resulta vital para que la vida fluya en vos por dentro y por fuera.
¡El cristal de Turmalina es nuestro aliado!
- Intentá que estén su estado natural (Son súper fáciles de conseguir)
- Purifica transformando aligerando la energía densa (Aliviana las cargas)
- Ayuda a retirar bloqueos, re-direccionando la mente haca soluciones creativas / correctas
- Equilibra los chakras porque permite un barrido de limpieza
- Al limpiarnos, nos fortalece, nos permite ver más claro y establecer límites saludables
- Protege de ataques psíquicos
- Ayuda a sanar la mente, porque derriba el pensamiento negativo, victimizante.
Meditá con tus piedras
- Elegía algunos fragmentos de turmalina negra que tengan formas y tamaños que visualmente te agraden y resuenen con vos.
- Ubicá una sobre tu entrecejo, otra sobre tu pecho y dos sobre tus piernas. Sentilas vibrar, relajá la mente y el cuerpo con inhalaciones profundas y exhalaciones extendidas para eliminar lo residual.
- Usá tu poder de visualización para ayudar a purificar tu cuerpo y la suma de todas tus energías (Las que emitís y las que absorbés): Tu Aura.
- Permití este barrido energético decretando, al menos, una situación de la cual necesites desapegarte e intencioná para que así sea.
- Al finalizar, agradece tu trabajo interno y devolvé las piedras, por una noche, a la tierra (O en un cuenco con agua fresca) para que ellas también descansen.