Una de las formas más efectivas de comenzar a transformar nuestra vida y sumar calidad a la rutina diaria es tomando el control de nuestra mente. Decidirnos a descubrir y utilizar el poder de los pensamientos y de las palabras con toda nuestra conciencia y nuestra creatividad es comandar una vida mejor. Hoy te compartimos tres maneras de potenciar un pensamiento y una actitud positiva que se reflejarán y refractarán a tu alrededor.

Un entorno cuidado: Si lo semejante atrae lo semejante, entonces poner atención a nuestro entorno, resulta fundamental a la hora de mejorar nuestra energía y nuestras ideas. Si nos rodeamos constantemente de personas pesimistas, quejosas y que siempre se ubican (consciente o inconscientemente) en una postura de victimas con la vida, no lograremos surfear los días con una mejor actitud que ellos, ya que lo que vibra a nuestro alrededor, nos impacta y nos contagia.

Empecemos, entonces, por intentar (Al menos, cuando podamos) compartir nuestro tiempo con quienes más nos inspiren, con quienes nos inviten a la esperanza, a la alegría y al amor por el presente. Otra acción positiva es compartir con quienes se sienten abatidos constantemente, algún material o frase que pueda sacarlos de ese estado de queja y negatividad interior.

Imaginar: En vez de enfocarnos en las preocupaciones, visualizando una y otra vez cada detalle de lo que podría salir mal, ubiquemos nuestra energía en la vereda de enfrente. Imaginemos todo lo que queremos para el bien de nuestra vida, desde los lugares, la compañía, nuestra abundancia y nuestras creaciones. Si ponemos atención, notaremos que nuestro cuerpo se reconforta durante ese momento que estamos imaginando y hasta nos sentimos con mayor energía. ¿Que nos impide pensar bien de las cosas?

Fortalecer tu autoestima: Trabajar en fortalecer la confianza en nosotros mismos es otra manera de empezar a pensar positivo. ¿Por qué? Muy sencillo, porque al tomar mayor solidez en nuestra personalidad, nuestras actitudes cambiarán ya que entenderemos que somos grandes responsables de lo que experimentamos en nuestra vida. Sentiremos la fortaleza y la capacidad que traemos para mejorar y transformar casi cualquier situación de la vida o, al menos, nuestra postura frente a ella.

No podemos evitar los cambios ni los desafíos pero podemos intentar ubicarnos en la visión más nutritiva de las cosas, deseando siempre que sea hermoso lo que nos espera.