Este es el ingrediente fundamental para cualquier tratamiento de belleza y empoderamiento personal: Amarte y velar por vos.
Respetarte te ayuda a trazar límites sanos en tus relaciones: Si atraemos a quienes vibramos, cuanto más nos respetemos y amemos a nosotros mismos, mejores serán nuestras habilidades para establecer límites saludables y aperturas afines a lo que nos hace verdaderamente bien. Las relaciones que generamos tienen que ver con la relación que cultivamos en nosotros mismos. Sentirte pleno, capaz y merecedor te alineará con personas y situaciones que te enriquezcan y te embellezcan el camino. Tu mayor belleza es la que vibrás.
No sientas culpa por vivir cómo querés: Muchas veces, nos cuesta tomar las decisiones que nos acercan a un estilo de vida que amamos pero que difiere visceralmente al que esperan de nosotros o al que hemos recibido por modelo familiar. No podemos quedarnos en un lugar que no amamos, en una mente que no nos representa o en un accionar que no es afín a lo que sentimos. Lejos de sentirnos culpables por animarnos a cambiar o transformar lo dado, necesitamos sentirnos valientes y honrados de poder escuchar el corazón y seguirlo.
Honrarte te permite elegir con consciencia de qué o quién rodearte: Cuando conectás con tu energía interna, la presenciás y la honrás verdaderamente, no podés concederte el descuido de no elegir por vos y por tu bienestar. Cuando te despertás ya no podés caminar dormido. La belleza puede ser tantas cosas… Pero sobre todo tiene que ser la maravilla de ser los co-creadores de nuestra realidad, de nuestra capacidad para transformar lo que necesitemos cambiar y la libertad de poder elegir cómo y con quién compartir nuestro tiempo.