Otro aspecto que seleccionamos para trabajar juntas durante este Desafío Emocional, es nuestro crecimiento, nuestra expansión y apertura con la vida. Hoy nos ejercitamos reflexionando.
¿Te pasó alguna vez de encontraste a vos misma en una situación estancada? Como si no pudieras dar un paso ni hacia atrás ni hacia adelante, simplemente perpetuando rutinas o apegada a cierta relación que no te dejaba crecer.
Pocas cosas son tan desmotivantes como esa situación porque estar estancados, es, de alguna manera, estar atados, sin movimiento, sin vitalidad. Para que esto no nos pase con frecuencia, veamos algunas preguntas que podemos hacernos regularmente.
¿Qué significa para mi “crecimiento personal”?
¿En qué áreas siento que últimamente he logrado expandirme o aprender cosas nuevas?
¿Me permito con frecuencia dar un paso más en las situaciones?
¿Qué decisión estoy demorando y sé muy bien que debería tomar?
¿Existe algún área mía que, en estos momentos, no pueda fluir y se sienta atascada? ¿Desde cuándo me siento así? ¿Me permití hacer el intento de cambiarlo?
Definí, al menos, dos áreas en las cuales te gustaría crecer este año y anotá, a su lado, tres acciones que te ayudarían a lograr este objetivo. Por ejemplo “Me propongo crecer en autonomía e independencia” – Actividades que puedo realizar para ayudarme: Leer sobre liderazgo, tomar decisiones todos los días, animarme a viajar sola un fin de semana, evitar dar explicaciones, constantemente a los demás, sobre mis elecciones personales.
¡Que sean tu corazón, tu gentileza, tu intuición y tu valentía los que crezcan a diario!