Si ponemos de nosotros, todo puede mejorar y embellecerse. Hoy te compartimos algunas técnicas simples y efectivas que nos ayudan a serenarnos y reducir estrés. ¡Ponelas en práctica!
Respiración completa: Si practicás Yoga, seguramente ya la conocés. Esta respiración se utiliza para relajarnos, conectarnos y revitalizar nuestro cuerpo. Acostado, boca arriba, practicala en forma lenta, suave y profunda por varios minutos hasta sentir sus beneficios:
Inhalando y exhalando por nariz, vas a tomar registro de cómo el aire ingresa y llega al abdomen, luego sube a la zona intercostal y termina de llenar el pecho y la zona de clavículas. Al exhalar, el cuerpo descomprime el aire en el sentido contrario. Primero clavículas, luego zona de costillas y, por último, libera el abdomen. Un tip efectivo es mantener las manos apoyadas sobre la panza para ir registrando este viaje que recorre la energía del aire en nuestro cuerpo.
Sentarnos frente al fuego: ¿A quién no le gusta el fogón? Más allá de usarlo para cantar y divertirnos, sentarnos frente al fuego puede resultar muy relajante y medicinal. Mientras practicaba y me formaba en técnicas de curación natural, descubrí que sentarme frente al fuego me transformaba, profundamente, la energía de los pensamientos y de las emociones. Probá y trabájalo con conciencia y suavidad, respirando y conectándote con la energía de un fuego encendido. Una opción válida y disfrutable es practicar la conocida Meditación con Vela.
Meditación de la sonrisa: Pensá en algo agradable que te provoque alegría, calma y, a la vez, sensación de estabilidad. Formá con tu rostro, una leve sonrisa, sin forzar la boca ni los músculos de la cara (Si prestás atención a cómo es tu cara cuando estás relajado, probablemente encuentres esta leve sonrisa en forma natural). Cerrando los ojos y con la espalda recta, mantené esta visualización y andá recorriendo, internamente, todo tu cuerpo, dirigiendo esta energía de bienestar hacia cada parte tuya. Te recomiendo hacerlo dos veces, primero desde la cabeza hasta los pies y, luego, en sentido inverso.