Las uses o no, tus manos son portadoras de una enorme energía. En ellas se ubica un centro energético muy importante que está directamente conectado a la zona de tu corazón. Hoy te contamos cómo utilizar tus manos para sanarte.

Si bien, hoy todos trabajamos, nos asistimos o conocemos la terapia Reiki para armonizar nuestro cuerpo, nuestra mente y los estados emocionales, esta práctica de utilizar las manos para sanar es muy muy antigua y natural en el ser humano. Seguramente, recordás que cuando eras pequeño y no te sentías bien, tu mamá o quién te cuidara, te ponía su mano sobre la frente, sobre la panza o sobre la espalda para aliviarte.

Del mismo modo, cuando hoy te vuelve a doler o molestar alguna parte de tu cuerpo, el primer impulso es llevar tu mano y ponerla en esa zona que está en desequilibrio. Instantáneamente hay una sensación de alivio, se siente como una tibieza que calma y hace sentir mejor cualquier molestia.

Imagínate cómo podés enriquecer esta práctica, llevando toda tu concentración para intencionar tu bienestar. Podés visualizar colores de acuerdo a lo que busques trabajar, por ejemplo, si te sintieras desvitalizado, podés llevar tus manos a tus piernas y visualizar el color rojo. Si en cambio, te molestará la zona del útero o el abdomen, al llevar tus manos y apoyarlas allí, podrías visualizar el color naranja.

Nuestras manos son sanadoras por naturaleza, intuitivas y conectadas a la energía superior que ingresa por el chakra de la coronilla, baja hasta el corazón y se canaliza a través de nuestras palmas.

Los masajes, la terapia Reiki, los abrazos, las caricias y nuestra propia asistencia con nuestras manos son restablecedores de nuestro equilibrio y ayudan a reforzar nuestro sistema inmunológico. Tienen beneficios directos sobre nuestro estado emocional y nos ayudan a balancear posibles bloqueos que nuestro cuerpo va generando.

Hoy, antes de dormir, y mañana, al despertarte, asistí tu cuerpo por unos momentos llevando tus manos hacia la zona  que más lo requiera y brindate energía sanadora para armonizarte y conectarte con tu ser interno.