Prosperidad en el amor
La abundancia en las relaciones no está conectada a la cantidad sino a la calidad de los vínculos que generamos y compartimos. Y si bien, es necesario reflexionar acerca de toda la gama de relaciones que generamos en nuestra vida (Las laborales, los amigos, los hermanos, el vínculo con nuestros padres o con la gente desconocida), hoy nos vamos a enfocar en la pareja.
Donde hay amor, hay un pequeño Universo. Por eso, no podemos definir lo que es una pareja abundante con criterios específicos, porque cada uno de nosotros lo vive y lo siente en forma particular. Sin embargo, me gustaría compartirte algunos aspectos que permiten vivenciar la abundancia desde nuestra pareja.
Honrar nuestro tiempo juntos
Cuidar los momentos que compartimos, eligiendo buenas palabras, lindos gestos, paseos que nos gusten, haciendo algo generoso por nuestro amor. Decidir más conscientemente cómo utilizamos ese tiempo que tenemos para estar juntos, tratando de embellecernos la vida. Como esa frase que leí una vez en un sobre de azúcar de una cafetería “Con alegría que estamos de paso”
Compartir y sentirnos merecedores de cosas buenas
Generalmente, hay uno de los dos al que le suele costar más relajarse y disfrutar. Seguramente, es el mismo que se preocupa constantemente por el dinero o las responsabilidades. Es muy importante que ayudemos, entre nosotros, a tomar conciencia de que también tenemos permiso para disfrutar, para estar descansando o sin atender ningún asunto en particular. Si no nos sentimos merecedores de felicidad y abundancia, ¿Cómo podrían llegar ellas a nuestra vida?
Equilibrar el ahorro con la inversión en disfrute y felicidad
Cada pareja tiene sus prioridades y hay momentos en donde tenemos que ajustar el cinturón y acomodarnos para gastar lo menos posible. Sin embargo, una de las reglas de abundancia es comprender la reciprocidad que existe en todo. Si tengo miedo de dar, tendré tensión y limitación para recibir. Entonces, revisemos el equilibrar sanamente nuestras inversiones para que haya tanto diversión y esparcimiento, como ahorro y administración de nuestras ganancias.
No amarrarnos, sino acompañarnos
El amor es una de las grandes riquezas de la vida. Necesitamos comprender y descubrir la manera de no amarrarnos desesperados ni posesivos, sino elegir y dejar que nos elijan, acompañándonos desde la equidad y la libertad. Lo mismo pasa con tus recursos y tu dinero. No vivas para él desesperadamente, mejor disfrutá de lo que tenés, de lo que lograste, de lo que te regalan y de todo aquello que sos capaz de hacer para concretar tus deseos en plenitud.