Muchas veces, nos damos cuenta que pasamos toda la semana esperando a que llegue el viernes para ser felices. Del mismo modo, pasamos todo el día esperando a que sean las seis de la tarde para terminar nuestro trabajo. Pero, como ya sabemos que la mente puede entrenarse, ¿Por qué no crear nuevos hábitos que nos permitan sentirnos en armonía y con bienestar a lo largo del día?
La mayoría de nosotros trabaja entre unas siete y nueve horas al día. Por eso, es vital que aprendamos ciertas técnicas y actitudes que nos permitan disfrutar o al menos dejar de resistirnos a vivir con mayor plenitud esa cantidad de horas que dedicamos a nuestro trabajo y mundo profesional. Algunas claves a tener en cuenta:
Antes de comenzar tus actividades, establecé un propósito: Si nuestros días, generalmente, comienzan con una agenda híper cargada y con varias reuniones y asuntos por atender, te sugerimos que antes de sumergirte de lleno en tu trabajo, dediques un momento a establecer prioridades y un propósito central para este día. Esto te ayuda a enfocar tus energías mentales y físicas y permite que trabajes siendo consciente de cuál es el objetivo de esta jornada. No todo es tan urgente, no todo necesita ser atendido hoy.
Generá movimiento: Cada vez que puedas y dentro de tus posibilidades personales, estirá tu cuerpo, mové las piernas y los brazos. Ayudale a tu organismo a regenerar la energía haciendo pequeñas elongaciones que revitalizan tu experiencia corporal. Sobre todo, si pasás la mayoría de la jornada en una misma postura. Esto, además, te aporta flexibilidad mental y mayor optimismo para encarar tu día. Si tu empresa, fue inteligente y, contrató un coach para que dediques diez minutos de relajación y estiramiento dentro del horario de trabajo, no te lo pierdas, sumate porque ese pequeño tiempo te aportará una gran cantidad de beneficios.
Respirá, respirá, respirá: Siempre que lo recuerdes, tomá respiraciones profundas y conscientes. Esto no requiere ni un espacio ni un tiempo especial, asique no tenemos excusas para no hacerlas. Intentá realizar, al menos, tres intervalos de respiraciones conscientes (Llevando la atención a cómo ingresa y sale el aire de tu cuerpo) a lo largo de la jornada. Esta práctica depura energía residual de tu organismo, reduce los niveles de estrés y serena la mente generando apertura y una nueva perspectiva de aquello que nos rodea. Experimentalo esta misma semana y transformá la manera en la que vivís tu jornada laboral.