Hoy podés inspirar a alguien. Y, muchas veces, un poco de inspiración es lo único que nos faltaba para animarnos a emprender un cambio, para soltar una relación que no nos hacía bien o para decidirnos a tomar un nuevo desafío. Tené presente que tu palabra o tu gesto pueden embellecerle el día a alguien más.
Compartí lo que te hace bien: Antes de postear, twittear, iniciar charla en el ascensor o saludar a tu hermana por teléfono, tené en cuenta que siempre podes elegir compartir algo que verdaderamente sume. Muchas veces, nos automatizamos y no aportamos nada o peor aún, solo compartimos lo que nos estresa, nos aqueja o nos molesta mucho. Imagínate ¿Qué pasaría si, durante un día entero, todos nos propusiéramos compartir historias positivas, actitudes saludables, ideas inspiradoras?
Extendé la Red: Cuando te pase algo que te haga sentir feliz (Por más simple que pueda parecerte), podés compartirlo con alguien. La alegría, al igual que el resto de las emociones y los bostezos, se ultra contagian y podemos expandir la vibración. Acordate que, además, atraemos lo que vibramos, asique si estás observando que últimamente todos los que se te acercan te cuentan sus problemas o sus quejas, trata de cambiar en vos esta misma actitud, incentivando una comunicación mas sana.
Regalá sin motivo o fecha especial: Hoy podés regalarle algo a alguien que quieras. No hace falta que sea su cumpleaños o que se esté acercando el día del amigo. Transformá el día de alguien, concediéndole algo que creas que puede gustarle. Una sorpresa siempre nos aviva la energía interior.
Una sonrisa, una herramienta que descubriste y te ayuda a estar bien, un proyecto que te funcionó aunque tenías miedo de lanzarlo, una palabra positiva o un recuerdo de cuánto lo apreciás. Pequeños gestos, grades inspiraciones.