¿Sabías que cada fase lunar activa una energía a nuestro alrededor que podemos conocer y aprovechar en nuestra vida cotidiana? Hoy te contamos cómo alinearte a ellas y beneficiarte:
Durante la luna nueva, no es posible percibirla a simple vista en el cielo, ya que se encuentra oculta detrás del sol, por lo tanto, no es fácil divisarla y pareciera que es una luna invisible. Esto nos recuerda una simple y enorme maestría: Muchas cosas están pasando a nuestro alrededor, aunque no podamos verlas. Esta energía representa el renacimiento y la podemos aprovechar re dirigiendo nuestros propósitos y metas personales. Esta es la luna para crear nuestra lista de intenciones, la luna perfecta para envisionar lo que queremos de nuevo en algún aspecto de nuestra vida. Nos facilita el recomenzar, pero nosotras tenemos que activar la comprensión de que visión sin acción es solo un deseo flotando sin materializarse
En la fase de Luna Creciente, la luna comienza a iluminarse y del mismo modo, nosotras comenzamos a percibir mayor claridad. Estamos listas para pulir y terminar de dar forma a nuestras intenciones (Las que plasmamos con la luna nueva) y es normal que, durante esta fase, descubramos aspectos que no habíamos visto sobre esos propósitos. Este el momento ideal para tomar decisiones, porque nos sentimos mucho más conectadas a las certezas y nos resulta más fácil escuchar nuestro propio ser interior. Entonces, esta fase es óptima para trabajar patrones de angustia y falta de autoconfianza, ya que la energía es propicia para recobrar y manifestar nuestro poder personal.
Cuando llega la Fase de Luna llena, se ilumina por completo, se deja ver en su totalidad. Esta energía, entonces, tiene que ver, con: Por un lado, hay una máxima atracción de lo que nos complementa, es decir, se nos revela todo aquello que nos falta o todo aquello que necesitamos mejorar en nosotros. Por otro lado, se da una gran excitación energética y pareciera que, durante estos días, hay mayor ruido alrededor, mayor cantidad de actividades y tenemos la sensación de que todo se mueve un poco más rápido.
Esta luna corresponde a una fase de celebración y expansión, pero necesitamos balancear muy bien nuestro cuerpo, tomando mucha agua y realizando nuestras prácticas de conexión, porque al activarse tanta energía, es normal sentirnos un tanto sobrecargados.
Finalmente, en la fase de Luna Menguante, la luz de la luna comienza a decrecer. Este momento, entonces, corresponde a una energía que se expresa en nosotras como un momento para aquietar las acciones, aminorar la descarga del cuerpo, intentar comenzar a bajar revoluciones y prepararnos para hacer balance interior. Viajar hacia adentro, a escucharnos, acallando interferencias que pudieran venir desde el exterior (Evitar lugares muy poblados o demasiado ruidosos y, en lo posible, regular la agenda no poniéndonos tantas actividades ya que la energía comienza a reducir y necesitamos replegarnos)