Desde este espacio, continuamente te compartimos herramientas y conocimientos para que puedas poner en práctica y retomar la armonía en tu vida cotidiana. Hoy queremos recordar la importancia de comprender que debemos ser en nosotros mismos, esa calma y esa paz que buscamos sentir y recibir.
Exprésate con calma: Seguramente te habrá pasado de encontrarte con gente que pareciera estar siempre apurada, que a las dos palabras, ya te transmitió su ansiedad, su corrida, su falta de tiempo. Trabajemos estos aspectos que nos irritan pero en nosotros mismos. Intentemos relacionarnos y comunicarnos en forma suave, pacifica, como si cada encuentro fuera una oportunidad para invitar al otro a calmarse, a expandir bienestar a través de un lindo momento.
Date y da tiempo: Necesitás brindarte tiempo diario a vos mismo. Ya sea para relajarte, para realizar alguna práctica artística o deportiva o cualquier instancia que te ayude a sentir tu centro, a restaurar energía y a inspirarte. Del mismo modo, necesitamos dar tiempo a los demás para que nuestras relaciones mejoren. Siempre siendo fiel a vos mismo, pero también brindándonos a quienes amamos. Si una amiga o familiar cercano te está contando su situación, hace tu esfuerzo de dejar el celular por un momento, de traer tus pensamientos hacia el presente y de brindarle tu atención sincera.
Permitite apreciar tu vida: No sé si todos los días, pero seguro que en la semana descubriste algún momento o situación que te hizo sentir pleno, te recordó cuán feliz te vuelve experimentar esto o cuánto te inspira poder sentirte así. Parte de tu plan para encontrar tu calma tiene que centrarse en el poder apreciar tu vida. Detalles, palabras, encuentros, una casa ordenada y tranquila, una planta que da su primera flor, un llamado que te puso muy contento, un mundo mágico con tu hijo. Siempre que puedas, traete con la respiración hacia el presente y detené las actividades para tomar registro de lo que te rodea. Apreciá las bellezas, las simplicidades, las sincronicidades. Date las gracias por algún objetivo logrado, por permitirte recibir ayuda o por decir que no sin sentirte culpable.
Técnicas que te ayudan:
- Meditar
- Pasar tiempo en silencio
- Rodearte de naturaleza
- Mejorar tu manera de respirar