Mientras me formaba en mi aprendizaje Reiki, una mujer desconocida llegó hasta mi para contarme cómo a través de nuestros ojos podíamos, también, enviar energía de sanación.
Me enseñó que abriendo mi canal normalmente, podía dirigir energía de bondad, curación, serenidad y amor hacia una persona a la cual estuviese mirando. Enfocando toda mi atención, percibiendo cada uno de sus detalles visibles, volviéndome un pasaje de energía vital.
El momento de la práctica
Con gran entusiasmo y curiosidad, intenté sumarlo a mis sesiones personales y pude comprobar que cuando enviaba energía Reiki con los ojos abiertos, experimentaba una mayor intensidad en los resultados y beneficios. Inclusive, mis pacientes me daban devoluciones diferentes. Algo era distinto y ellos lo sentían (Y agradecían).
Te invito a probarlo en tu Espacio Reiki
Si normalmente brindás energías Reiki con los ojos cerrados (Como yo lo hacía y como muchas otras personas también me cuentan que lo hacen), te sugiero probar de abrir los ojos y concentrar, también desde allí, el envío de energía vital.
No hace falta mantenerlo durante toda la sesión, pero podés ir alternando tu práctica para sentir diferentes experiencias y resultados.
Un Extra Tip:
Ponelo en práctica, también, por fuera del ámbito Reiki. Usá tu mirada de esta misma forma para hablarle mentalmente a esas personas con las cuales te cuesta tener una comunicación fluida y sincera. Simplemente, dirigí tu mirada hacia ellos y envíales tus palabras de comprensión, de amor, de sinceridad, de calma o tus buenos deseos. Se establece una gran conexión en ese momento y te ayuda a trabajar tu sanación y la de quien sea que hayas elegido.
(Esta mujer nunca me dijo su nombre, pero la recuerdo más que a mucha gente de la cual me sé hasta su segundo apellido. Gracias, siempre, por haber llegado hasta mí).