Si sentís que a mitad del día ya estás con baja potencia, que no lográs completar tus objetivos o que tus proyectos, por una causa o por otra siempre se caen a mitad de camino, puede estar pasando que tu desgaste de energía sea tan grande que te impide obtener resultados eficientes.
Para rendir mejor en cualquiera de las áreas de tu vida (Trabajo, hobbies, amor, familia, dinero) es importante que conozcas en dónde se fuga tu energía y cómo aprender a regularla. De esta forma, conseguirás sentirte más eficiente en todo lo que hagas y, al mismo tiempo, disfrutar de cada una de tus actividades. Te sugiero que, al finalizar este artículo, busques nuestra nota especial sobre situaciones y condiciones que drenan tu energía personal.
Existen ciertas actividades y medidas que podemos implementar para lograr regular mejor nuestra energía y potencia disponible. Evaluá cuáles se adaptan mejor a tu vida diaria o nutrí este contenido contándonos tu experiencia personal y compartinos qué herramientas encontraste vos para mejorar tu rendimiento.
Tratá de limpiar tus pensamientos: El primer paso es detectar cuáles son las ideas repetitivas que conspiran en tu mente provocándote un gran desgaste de energía por mantenerte preocupado constantemente, estresado, miedoso por anticipado, pesimista frente a todo lo innovador. El paso siguiente, es tratar de reemplazar esas ideas degradantes de tu propia energía por nuevas creencias que poco a poco te ayuden a recomponer tu estado interno siendo más flexible, dejando ir aquello que no podemos controlar o transformar.
Generá un tiempo para vos mismo: Intentar darte prioridad y decidir brindándote un tiempo y un espacio semanal para nutrirte con lo que te gusta, para descansar como más te relaje y cultivar aquellos hobbies y pasiones que te mantienen inspirado, te ayuda a recuperar autoestima y energía, estimulando, además, tu creatividad.
No intentes complacer a todo el mundo porque el único que no quedará ni satisfecho ni agradecido, serás vos mismo: Aunque parezca mentira, este es uno de los grandes factores que drenan y drenan constantemente nuestra potencia interna. Concedemos tanto y cedemos tanto que no nos queda energía disponible para accionar en búsqueda de nuestra propia felicidad y satisfacción.
Esforcémonos para que haya equilibrio entre lo que damos a los demás y lo que nos brindamos a nosotros mismos. Intentemos ser afines a nuestras acciones y ser sinceros frente a las demandas ajenas. De esta forma aumentaremos naturalmente nuestro rendimiento personal, sintiéndonos eficientes y con potencia para lograr todo aquello que nos propongamos.