Muchas veces, más allá de estar realizando un trabajo que nos gusta, nos sentimos un tanto insatisfechos, rutinizados y con pocas ganas de abrir la puerta de la oficina cada mañana.
Y aunque, todavía en este siglo, se suelen escuchar por ahí ciertas frases como “es normal sentir cansancio o abatimiento en tu trabajo, ya que te pagan por resolver problemas” o “el trabajo no es tu vida, es solo lo que haces para ganar tu sustento”, no creo que tenga que ser así. Estoy convencida de que podemos encontrar una manera de trabajar mejor, más inspirados, conectados a lo que nos gusta y, sobre todo, con motivación y entusiasmo.
Por supuesto, que no todos los días podemos estar “tan up”, pero creo que podemos realizar nuestro esfuerzo por hacer de nuestro día laboral, una jornada productiva e inspiradora. Hoy, te compartimos algunas ideas para que pongas en práctica y rescates tu motivación laboral:
Redecora tu espacio: Dentro de las posibilidades que te brinden en tu lugar de trabajo, apropiate de tu espacio. Elegí objetos y colores que te hagan sentir que están en tu propio lugar y anímate a redecorar tu escritorio, activando tus gustos personales para rodearte de belleza mientras trabajas. Podes apostar al Feng Shui y, de paso, aprovechar las energías para potenciar tu prosperidad laboral. Incluir plantas, nos proporciona una sensación de armonía y bienestar que siempre suma a los espacios. Además te ayudarán a limpiar las energías.
Flexibilízate: Todos tenemos mañas y dogmas cristalizados. Pero si te animas a soltar un poco el control y delegar en el Universo los resultados, verás que todo sigue su propio rumbo. Intenta desestructurar aquellas áreas que puedas flexibilizar y verás como no todo depende de vos o de una modalidad rígida. Cuando soltamos el control y confiamos un poco más, pareciera que el Universo responde con mayor generosidad y abundancia.
Desarrolla empatía: Mejora tus relaciones en el trabajo. Podes empezar por una y, luego, continuar con las demás que necesiten de “cierto ajuste”. La empatía nos permite ponernos en el lugar del otro y acceder a un nuevo nivel de comprensión. Así, habilitamos la tolerancia y la flexibilidad compasiva con quienes nos rodean. Más allá de que, tal vez, no los elijas como amigos personales, pasas de 6 a 8 horas diarias con tus compañeros de trabajo y generar un buen clima con relaciones sanas, te aportará un gran cambio en tu día laboral. Además, muchas veces, cuando somos más tolerantes, la otra persona se muestra más abierta y descubrimos una linda faceta de alguien a quien solo estábamos juzgando por no conocer bien.
Inspírate: Siempre hay algo de alguien o una persona que nos resulta inspiradora dentro de nuestro ámbito laboral. Si no es así, puedes buscar videos en Internet de discursos o emprendedores que comparten consejos para renovar tu posición laboral y tu actitud diaria. Prestar atención a los logros o actitudes inspiradoras de nuestros compañeros o jefes, no solo nos activa la creatividad, sino que nos promueve las ganas de conocer mejor a esa persona que fue capaz de movilizarnos con su labor.
Propósito semanal: Dale un sentido a la semana, estableciendo pequeños objetivos. Al asignar un propósito, activas tus energías y te enfocas de forma clara y más concisa. Intenta llevar un registro, flexible, al cierre de cada periodo, para ver si has podido cumplir con tus expectativas o si debes ajustar un poco las metas. Recuerda que la clave es proponerte objetivos reales y alcanzables para no desmotivarte si no los logras. Tampoco deben ser demasiado fáciles porque perderás el interés rápidamente. Intenta definir tus propósitos con realismo y equilibrio.
Propone: En vez de quejarte o vivir esperando que las cosas cambien, anímate a proponer, con educación y gentileza, aquellas ideas que te gustaría llevar a cabo o ver plasmadas en tu ámbito de trabajo. Muchas veces, suponemos que el otro sabe lo que necesitamos o lo que esperamos a cada momento y esto no es así. Nadie está en tu cabeza ni tiene por qué estarlo. Anímate a expresarte y compartir tus ideas con creatividad. Si te encuentras con un No, al menos lo habrás intentado y podrás evaluar cómo seguir.
Agradece: Siempre hay algo positivo o bello en nuestra situación laboral, tal vez sea el espacio físico en el que nos encontramos, tal vez, algún compañero que siempre nos motiva, una jornada de capacitación semanal que nos permite abrir la mente y contactar con nuevas ideas. Intenta concéntrate en lo que tienes hoy y agradece lo que te hace bien y lo que rescatas de tu trabajo actual. Te sorprenderá el ver que casi siempre hay algo para agradecer.
Recarga baterías: Estando agotados es imposible ser creativos. Dedica al menos cinco o diez minutos de tu jornada laboral a tomar un poco de aire fresco, movilizar tu cuerpo y esturar tus musculo para generar flexibilidad y apertura. Intenta tomar al menos dos o tres litros de agua por día para limpiar el organismo y mantener tus energías balanceadas.
Pregúntate: Si ninguna de estas ideas te genero motivación, entonces, te invito a crear tu propia lista de actitudes que podrían mejorar tu actitud y tu inspiración dentro del trabajo. Si tampoco te resulta valido, entonces, es momento de preguntarte sinceramente ¿Amo mi trabajo? ¿Me inspira algo de lo que hago? ¿Necesito realizar un cambio profundo en este momento? ¿Qué estoy dispuesto a resignar para que las cosas mejoren?
Se sincero en tus respuestas, anímate a expresar lo que sientes y proponte ser feliz con lo que hagas. Nada te gratificará más que realizar tu verdadero don y poner en práctica tus habilidades personales. Disfrutar de lo que hacemos no solo nos beneficia a nosotros mismos, sino a todo el entorno, ya que solo se espera de nosotros que llevemos a cabo nuestra misión personal. A nadie en todo el Universo le puede interesar que cumplas el rol o el lugar de otro. Anímate a descubrir cuál es tu verdadero trabajo y realiza tu aporte desde el corazón.