Al comenzar un tratamiento de sanación con medicina natural, sea bajo la técnica que sea, es común que surja, durante el principio, lo que aparentemente puede parecer una crisis y, si no nos asesoran adecuadamente, podemos llegar a pensar que el tratamiento no solo no nos sirve sino que, además, nos empeora los síntomas. Hoy te contamos que no es así:
Si comenzaste un tratamiento con medicina homeopática, naturista o asistencia floral y energética y sentís que tus síntomas se han potenciado, te pido que no lo abandones ni te desanimes. Déjame contarte que las terapias naturales y energéticas, muchas veces, activan, en la primera instancia del tratamiento, un incremento de esos síntomas que estabas tratando de disminuir. Esto se da porque esta medicina trabaja directamente a nivel emocional y mental y no solamente físico reduciendo o borrando los síntomas, sino que te lleva a tomar contacto profundo con la causa verdadera que los había ocasionado.
Entonces, pareciera que te llevan más profundo en tu herida pero en realidad es solo una parte del proceso de comprensión, consciencia y liberación del bloqueo que estabas vivenciando. A través de hacer verdadero contacto con lo que te pasa, podés activar una verdadera curación y limpiar de a poco y progresivamente tu estado interno y externo.
Entonces, si por ejemplo comenzaste tratamiento Reiki hace dos o tres sesiones y estás experimentando cambios emocionales constantes, fiebre o síntomas que te parecen raros, te pido que le des tiempo y continúes porque pronto van a desaparecer. Estas terapias trabajan por capas, es decir que van limpiando y sanando en forma progresiva y a medida que superamos una instancia, nos aparece una nueva. Esto es parte de sanar y curar aspectos que estaban muy arraigados en nosotros y en nuestro cuerpo.
Las crisis de curación, te confirman que diste en la tecla, que estás abordando especialmente un área que necesitaba ser atendida y que estaba generando un gran malestar en tu mente, en tu cuerpo físico y emocional. Date y dale tiempo, confiá en la metodología que elegiste y no la abandones en la primera instancia.
De todas maneras, activá tu percepción y evaluá cómo va el progreso a lo largo del primer mes. Contale a tu terapeuta todas estas sensaciones porque serán de gran importancia para ir adecuando tu tratamiento a medida que vayas sintiendo diferentes experiencias. Te sugiero, además, lo mismo que les sugiero a mis pacientes, llevar un diario desde el comienzo para que vayas tomando consciencia y registrando cómo vas sintiendo tu energía, tus pensamientos y qué emociones y sensaciones llegan a vos desde un inicio.