Cada vez que serenás tu mente, enfocás tu energía en concentrarte y alinearte, tu estado energético se purifica y ayudás a renovarlo. Hoy te compartimos una Meditación con cuarzos azules para renovar tu vibración.
Existen gestos y movimientos que podés realizar con tu cuerpo para ayudar a que tu energía interna fluya correctamente y pueda dejar ir bloqueos y tensiones. Por ejemplo, el sentarte por algunos minutos con la espalda recta y relajada, manteniendo tu mirada hacia el frente y tus hombros descansados hacia abajo. Llevar la conciencia hacia tu columna vertebral para enderezarla por dentro y por fuera permite tomar seguridad, confianza y alinear tus centros de energía. Esta postura ayuda naturalmente a purificar tu cuerpo, tu mente y tus emociones porque aporta estabilidad, firmeza y centro.
Para este ejercicio vas a conseguir tres fragmentos de cuarzo azul o de cristal de sodalita, en lo posible en estado natural. Vas a ubicarte en una postura como la que describimos anteriormente, alineando tu columna y asentando bien tus isquiones sobre el suelo. Vas a tomar tus cristales azules y los vas a sostener entre tus manos como si los protegieras, es decir que una mano los sostiene y la otra los envuelve.
Cerrá tus ojos suavemente y comenzá a tomar respiraciones profundas para conectarte con tu estado interno. Ahora visualizá la energía azulada de tus cristales irradiando desde tus manos hacia todo tu cuerpo. Sentí cómo sus propiedades comienzan a calmar tu mente, alineando tus pensamientos y dejando ir aquello que provocaba ansiedad o agotamiento.
Llevá toda tu atención a la zona de tu entrecejo y permití que esta zona se relaje y se amplíe. Recordá que está relacionada con la intuición y el conocimiento superior de lo que te rodea y de vos mismo. Concentrate en el color azul de tus piedras y visualizá cómo la energía purifica toda tu cabeza, tu coronilla, tu cuello, tus cejas y tus ojos.
Cuando te sientas listo, imaginá cómo toda esa misma energía comienza a descender por tu columna y atraviesa el total de tu cuerpo, saliendo a descargarse a la tierra desde tus pies. Sentí cómo estás soltando, haciendo espacio para una energía nueva y limpia y cómo estás renovando tu campo energético, refrescando cada célula, cada órgano, cada hueso.