Con la entrada del Sol a Escorpio comenzó la temporada de intensidad. Hace unas semanas que ya se viene trabajando internamente la forma en que nos vinculamos en las relaciones más cercanas y las más formales, como las del trabajo. Los encuentros de Mercurio y Venus Retrógrado han hecho aparecer personas del pasado o situaciones que vivimos y recordamos por su voracidad. Ahora con más experiencia nos adentramos a descifrar los patrones emocionales que arrastramos desde el inconsciente y nos atan. La Luna Llena en Tauro será la culminación de un ciclo que empezó un año atrás con la entrada de Júpiter en Escorpio. A su lado estará Urano, propiciando el cambio y la sorpresa. Habrán pequeñas revelaciones internas que no permitirán la marcha atrás. Ya no somos las mismas.