A la hora de seleccionar y preparar tus alimentos, hacé el pequeño ejercicio de recordar que todo lo que ingerimos, se trasforma en un tipo de energía especial que beneficia o enferma nuestro cuerpo. Ser conscientes no implica ser fanáticos ni extremistas, pero si repensar la alimentación como una forma de medicina preventiva. Hacete esta pregunta ¿Cómo quiero sentirme hoy? Y, sobre todo, ¿Cómo quisiera sentirme mañana? Lo que comas te acercará o te alejará de ese objetivo.
Tu estado de ánimo puede mejorar con la alimentación correcta: La falta de vitaminas y de absorción de hierro en el cuerpo, puede contribuir a un estado de desgano interno, a experimentar falta de alegría y esperanza. Revisá tu dieta semanal y asegúrate de incluir frutos secos, verduras de hoja verde, quínoa, lentejas y jugos o batidos que aporten limpieza (Detox) a tu organismo. Renová la energía en tu cuerpo a través de una alimentación revitalizante y alcalina.
Cuidá de vos mismo nutriéndote desde el corazón: Cuando verdaderamente queremos a alguien, no buscamos hacerle daño y tratamos de ayudarle a sentirse bien. ¿Por qué no hacer lo mismo con nosotros? Honrá tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, balanceando tu alimentación para que sea lo más saludable posible. Recordá que los alimentos también tienen una vibración y que se traspasa a nuestro cuerpo, una vez que la ingerimos. Se me ha transmitido que, por ejemplo, el aceite de oliva es uno de los alimentos que vibra más alto (Por lo tanto, es híper saludable). Cuidar tu alimentación y esforzarte por elegir lo que te hace bien, es un abrazo a tu vida, es un rezo de salud por vos. En el presente y para el futuro.
La alimentación lo es todo: No hay separación entre lo que somos y lo que comemos. Y siempre vuelvo a remarcar que no solo comemos comida. Las relaciones que elegimos, los momentos que nos damos o nos privamos, los entornos que creamos, los pensamientos que cultivamos, el tipo de TV y de lecturas que consumimos, todo absolutamente, todo lo que nos damos, es nuestra alimentación.
Queramos tanto a la vida como para no darnos menos de todo el amor que podamos.
Algunas claves:
- Prepará tu alimento con cariño, con música, con inspiración, con tiempo.
- Acondicioná tu mesa o el espacio donde comas, con motivos que te gusten, con flores, con alegría.
- Enfócate en elegir por tu verdadero bien