¿Sabías que una de las razones por las cuales tu vida puede no estar fluyendo es que no está usando tus dones y habilidades personales? Esos dones están conectados a tu propósito y ese propósito no puede ser cumplido por alguien más que no seas vos.

Cuando nos encontramos o cruzamos camino con personas que aman verdaderamente su vida, que están felices de lo que hacen, rápidamente advertimos una percepción diferente. Hay una energía mucho más alta en alguien que hace lo que verdaderamente le apasiona, alguien que sale cada día a intentar cumplir un sueño por más chiquito o simple o invisible que este pueda ser.

¡Queremos vibrar alto y amar nuestro camino!

• Tomate algún tiempo para descubrir cuáles son esas actividades que harías aún sin recibir una retribución monetaria.
• Registrá que dones o habilidades son las que te hacen sentir especial, diferente, como si cuando las hicieras pudieras sentir “este es mi mundo, este soy yo”.
• ¿Tenés algún sueño importante que te haya quedado pendiente y todavía puje adentro tuya con la necesidad de ser cumplido?
• ¿Qué gesto es el que más te agradece la gente que te rodea?

Salí a buscar tus dones, desbloqueá esa energía híper potente que tenés adentro y anímate a fluir con un camino que te represente, que puedas amar y que te haga sentir en movimiento y en inspiración. Tus dones tienen alguna belleza para aportar al mundo de todos los demás.