Mientras tengas propósitos y metas, tendrás un camino por recorrer y energía vital para andarlo.
Nunca te creas demasiado lejos de las oportunidades, demasiado sola de amores o amistad, nunca estás demasiado perdida para la luna y las estrellas.
Recordá qué te mueve, qué te apasiona y te devuelve la alegría.
Buscá cómo calmarte, cómo inspirarte y seguí adelante.
Soñá todo lo que puedas y sé valiente y voluntariosa cuando se trate de alcanzar y honrar tu felicidad, por más pequeña o gigante que sea.
Que tus ojos sirvan para conectar con alguien más, que tu voz haga el bien y traiga verdad, que tus pies se animen a enraizarse donde más les guste volar.
Que la armonía sea en y con vos y que siempre siempre siempre sepas que tenés la misma posibilidad que todos los demás de salir a conquistar, con tu corazón, una parte de este mundo y embellecerlo.
Seguí viajando, seguí concentrada en tu meta personal para este año, sabiendo que hoy y siempre, tenés una oportunidad por alcanzar.
Tal vez, tengas que amoldarte o transformarte con un nuevo plan, pero nada ni nadie puede borrarte tu mapa de sueños, ninguna otra persona puede ocupar tu lugar en el camino.
Trabajá para lograrlo y acordate de disfrutar el trayecto y el paisaje. Compartí tu viaje con quien valga la alegría y la unión. Y cuando no veas puertas, ni ventanas ni escaleras ni puentes por donde cruzar, acordate que los pasajes se abren primero en el corazón y en la mente.
Entonces, si no aparecen, será porque una parte tuya no te lo está permitiendo ver o sentir cerca, pero te aseguro que una gran oportunidad te quiere envolver con plenitud.
¿Qué podrías hacer para dejarla llegar hasta vos?