“Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar”. Esta frase del Dalai Lama, que encontramos cuando nos propusimos hacer la nota, nos llegó en el momento justo. Porque cuando en la redacción de Ser+Positivo dijimos que íbamos a escribir sobre el Wu Wei, nunca pensamos el contexto que estaríamos viviendo -a nivel mundial-, a los pocos días.
Y resulta que hoy, este término taoísta (filosofía oriental), cobra un sentido completamente valioso. ¿Por qué? Porque nos invita a la “no acción”. Pero no desde un lugar cómodo de quedarnos de brazos cruzados, sino de no forzar ninguna solución. La búsqueda tiene que ver con no alterar el transcurso natural de las cosas, y dejar que todo se vaya dando a su debido tiempo.
El Wu Wei también nos habla de vivir cada día con más sencillez y austeridad (en las cuestiones materiales, las relaciones, las actividades, y los pensamientos). La principal inspiración de esta propuesta es Lao Tse, un gran pensador chino que sostuvo que la mejor manera de vivir, era estando sincronizados con el fluir de la naturaleza y el cosmos. O sea: dejando que las cosas tomen su curso natural. Y aceptando lo que es. Uno de los mayores desafíos para estos días que corren.
Porque hoy de nada sirve resistirnos, ni pretender controlar lo que pasa. ¡Cuánta incertidumbre nos generó todo esto! Porque vivimos en un mundo donde en general se priorizan las ambiciones personales, el poder, el crecimiento económico, y la acumulación de bienes. Y si bien estos días de cuarentena nos hicieron pensar mucho acerca de “qué es lo importante”, nos falta recorrer un largo camino.
Así que nos gustaría dejarles una lista de ideas, para que sumen a su día a día. Son 10 claves que nos pueden ayudar muchísimo, y que armamos a partir de todo lo que leímos sobre el Wu Wei. ¿Qué podemos empezar a hacer?
- Vivir de la misma manera que funciona el cosmos y la naturaleza: sin forzar nada. Respetar el estado natural de las cosas. Dejar que todo fluya a su tiempo.
- No preocuparnos por lo que “imaginamos”, o por lo que ya pasó, o por lo que ni siquiera sabemos si va a ocurrir. Esto sería: estar en el presente.
- Mantener al margen las preocupaciones y los dramas. Seleccionar nuestros pensamientos.
- Valorar la simplicidad como estilo de vida, por encima de las apariencias o las expectativas. Abrazar la sencillez de nuestra existencia.
- Practicar el arte de la “no acción”. Permitirnos no hacer nada sin sentirnos extraños, sin creer que estamos perdiendo el tiempo.
- Valorar lo que somos y lo que tenemos, en lugar de lamentarnos por lo que no somos o no tenemos.
- Cambiar aquellas cosas que podemos, y dejar que fluyan las demás.
- Recordar siempre que hay situaciones difíciles que no vamos a poder modificar, pero sí podremos manejar la manera en que las afrontamos.
- Ver las dificultades como una oportunidad de aprendizaje y superación personal.
- Aceptar las cosas como son.
Leímos también por ahí, que “lo único constante es el cambio”. Y hoy más que nunca. Así que te proponemos que empieces a practicar estas ideas. Vas a ver cómo se renueva tu energía.