Si te venís sintiendo un tanto desconectada o con demasiados temas a tu alrededor, hoy te invitamos a practicar un pequeño ejercicio que te ayudará a reducir estrés y a vivenciar mejor cada parte de tu día:
Se trata de algo bien sencillo: Ir más lento. Elegí alguna de tus actividades de hoy y concéntrate en realizarla 100% conectada a lo que estás haciendo, sentí tu cuerpo y tu energía mientras avanzás en tu actividad y procurá moverte con una cuota justa de lentitud y precisión. Registrá tu respiración durante un buen rato y tratá de que tu mente no revolotee por lo que viene después.
Tu acción, tu respiración, tus pensamientos y tu energía en plena conexión con el presente, te vuelven más eficiente y evitan que desgastes cantidades extra de vitalidad.
Cuando avanzás paso a paso, llegas más lejos y en mejores condiciones. Por el día de hoy, intentá conectarte, relajarte, dedicarte, entregándote a cada objetivo. Cuidá de vos, manteniéndote enfocada y estableciendo prioridades.
Transitá tu día en forma agradable, bella, pausándote cuando lo necesites y aprendiendo a orientar tu energía para evitar desgastarla innecesariamente. Que no falte el momento para una sonrisa, para un silencio, para el humor, para un gesto compasivo.
Menos apurada y más conectada a lo que soñás para vos, a lo que te trajo el día y a las señales y mensajes que, seguramente, te están rodeando. Afiná la intución y conectala a tu próximo paso.