Este es un ejercicio de meditación sencilla pero eficaz para trabajar en días donde necesites ganar coraje, valentía, entusiasmo, vitalidad y energía. Ideal para momento previo a desafíos, exámenes y nuevos comienzos.
Ubicate sentado con la espalda recta, hombros relajados y cabeza hacia el frente, procurando ocupar un espacio en el cual te llegue el calor y la luz del sol.
Sentí el apoyo sobre la tierra y respirá profundo expandiendo el pecho y la zona del estómago.
Cerrá tus ojos sin apretarlos y tomá respiraciones lentas para comenzar a calmar tu estado interno. Realizá los movimientos que necesites para estar más cómodo y conectado.
Visualizá y sentí cómo la energía radiante del sol llega hasta tu cuerpo ingresando por tu cabeza en forma de espiral luminosa. Sentí cada parte de este recorrido y tomá potencia, seguridad, limpieza, luz.
Del mismo modo, visualizá ahora una segunda energía que sube desde el centro de la tierra, ingresando a tu cuerpo a través del chakra raíz y, también, como un movimiento espiralado avanza por tu cuerpo hasta encontrarse en el abdomen con la energía del sol que venía llegando desde la cabeza.
Ambas energías se unen en un espiral mayor, sincronizando e irradiando vitalidad hacia todos tus centros de energía. Cabeza, entrecejo, garganta, corazón, plexo solar, abdomen y raíz.
Aprovechá esta visualización para que este movimiento energético tan grande, ablande y deje ir aquello de lo cual querés liberarte para continuar avanzando y sanando.
Conectar con la energía del sol y de la tierra nos permite tomar vitalidad y sentido del propósito. Es ideal para días donde nos estemos sintiendo un tanto perdidos, desorientados o con falta de voluntad.