Tu salud física, mental y emocional es tan importante como tu salud energética. Hoy te guiaremos paso a paso con esta Meditación que acompañarás con fragmentos de cuarzo verde para trabajar y activar la sanación.

Antes de comenzar, asegúrate de disponer de, al menos, seis fragmentos medianos de Cuarzo verde. En lo posible, intentá que se encuentren sin pulir, es decir, en su estado natural, para asegurarte que mantiene intactas sus propiedades.

Elegí un momento silencioso y sin interrupciones para aquietar tu cuerpo completo. Alejá y silenciá tu celular para ubicarte en conexión y en atención plena a esta práctica. Tomá respiraciones profundas inhalando por nariz y exhalando por la boca. Relajá tus pies, tus caderas, tu abdomen, tu espalda, tus brazos, tu boca y tu frente.

Cuando hayas conectado con tu energía y te sientas listo, vas a tomar tus cuarzos verdes que tienen la propiedad de aportar equilibrio, salud, estabilidad y templanza, y vas a ubicarlos de la siguiente manera para que te rodeen mientras estás acostado sobre el suelo:

Ubicá dos cuarzos a la altura de los dedos de los pies. Justo donde finaliza tu cuerpo. Ellos se encargarán de enviar energía y sanación a las piernas, las rodillas y tus huesos encargados de sostenerte. Luego, ubicá otro cuarzo sobre tu abdomen. Él curará y armonizará tu zona sexual, tu zona de poder, tu creatividad y tu área del inconsciente.

Ahora ubicá dos cuarzos más al costado de cada hombro para que nutran tus brazos, tus pulmones, tu manera de tomar y recibir de la vida. Y, por último, posicioná un cuarzo a la altura de la coronilla, justo donde comienza tu cabeza. El se encargará de vitalizar y enviar sanación a tus pensamientos, a tu intuición, ampliará y limpiará tu canal de conexión con la energía superior y con tu sabiduría.

Recostate así rodeado de cuarzos curadores y mantenete visualizando este proceso por, al menos, treinta minutos de suma relajación. Mantenete con los ojos cerrados, respirando por nariz y conectando con la energía de la tierra y del cielo que fluyen en simultáneo por todo tu cuerpo.