Todos los días, la Luna da una vuelta entera alrededor de la Tierra, brindando la posibilidad de tener un día y una noche.
El Sol , que da luz durante el día, representa el principio masculino, la unidad y la regularidad en los ciclos, marcando las estaciones. Por otro lado, la Luna marca el principio femenino, simboliza la irregularidad periódica y la multiplicidad por sus continuos cambios, según explica una nota del diario Clarín.
A su vez, el proceso del ciclo lunar se relaciona directamente con los ritmos biológicos del hombre: el nacimiento, el crecimiento, la plenitud, el declive y la muerte.
“El ciclo lunar es comparable con el ciclo de la respiración: inspiramos, hacemos una pausa, exhalamos , una pausa, y otra vez. Podemos pensar en el ciclo lunar como un ejemplo de respiración cósmica y, una vez que entendamos cómo se construye un ciclo cualquiera, entenderemos todos los otros ciclos”, explica la astróloga Patricia Kesselman en su sitio web.
Dentro del sistema de los ciclos planetarios, los más cortos son las lunaciones y todos los meses del año aproximadamente cada 29,5 días ocurre una lunación (o punto de partida) al final del año habrán ocurrido 13 lunaciones, como menciona Clarín.
Las etapas del ciclo lunar
- Los primeros 14 días en que la Luna crece son llamados la quincena “clara” y son aptos para comenzar todo tipo de actividad en la que se necesite hacer crecer, fomentar, agrandar y/0 producir.
- La segunda mitad del ciclo lunar – a partir de la Luna llena, desde donde comenzará a decrecer- es llamada la quincena “oscura” y va a ser apta para hacer cosas en dónde se necesite menguar, reducir, cortar o terminar.
La Luna Nueva representa en el ciclo el punto de mayor interioridad y en cambio la Luna Llena el punto de más expansión. Hay un flujo, tal como sucede con la respiración. El movimiento comienza en la Luna Nueva y se expande a través del primer y segundo cuarto lunar hasta que llega al momento de su mayor plenitud en la Luna Llena. En ese punto, el movimiento cesa de crecer y comienza a disminuir o contraer o a través del tercer y luego el último cuarto lunar hasta alcanzar el siguiente punto de la Luna Nueva. Esto se continúa repitiendo, una y otra vez, como detalla Kesselman.