Dejar de pisar la misma piedra
La noche del domingo pasado ocurrió la Luna Nueva en Piscis, comienzo y fin de un ciclo relacionado con la sensibilidad, la empatía, el amor incondicional y los sueños. En el ciclo de esta transformación que marca Saturno, Plutón y Júpiter en Capricornio, esta Luna propone elaborar los sueños e ideales para materializarlos. El descontrol y el desborde está contenido por por un sentido específico: creer que los sucesos ocurren para el bien, o para el mal pero que al final la experiencia es lo que cuenta. Piscis tiene a retener y a olvidar, por lo tanto es buen ejercicio descomprimir emociones bailando, cantando, dibujando o meditando, porque si no pasa como el mar: de calmo a bravo sin previo aviso.
¿No sabes lo que querés?
Es difícil definir o delimitar algo específico cuando la temporada de Piscis está activa. Algo adentro tuyo tironea para que pongas un límite o construyas en dirección a algún sentido de la existencia. Pero durante esta temporada lo mejor que puede pasar es permanecer en un lugar más amorfo. Sobretodo, y dicho con mucho énfasis, cuando la Luna está Nueva, ya que los inicios son siempre enigmáticos, cargados de energía y totalmente sin definición. Lo que más importa es la intención. El cómo te encontrará mientras sigas buscando.
Comienza el final, se anuncia un principio
Al ser el último signo del Zodiaco, Piscis tiene una energía de cierre y final en donde todo está unido con todo. Sin embargo, en esta lunación Venus en Aries y en cuadratura a Júpiter atrae la obsesión por la carrera y la adrenalina de la competencia y una manera más activa de la sensibilidad para acercarse a las cosas.