Considerado el “oro líquido” de la Ayurveda, está cada vez más presente en la cocina diaria y en la mesa de quienes eligen una alimentación más consciente: hablamos del Ghee, una palabra que seguramente ya escuchaste en los últimos años.
Según nos explica Romina Molina -chef profesional especializada en Cocina Natural y Consciente, Raw Food y Alimentación Ayurveda- el ghee es un alimento que se hace a base de leche de vaca: “Es uno de los alimentos puros más antiguos. Es utilizado como un alimento de curación y su preparación constituye un sadhana (práctica cotidiana / práctica de los alimentos) que realza la vida y ayuda a promover la claridad personal”.
Básicamente, es el aceite de la manteca vacuna a la cual se le ha extraído el agua y los sólidos. Tiene un sabor ligero, dulce y delicado y,al no oxidarse, puede ser conservado por años.
“Este alimento se vuelve cada vez más popular porque junto con el aceite de coco, son las grasas que mejor toleran la temperatura, lo cual lo vuelve ideal para cocinar”, afirma la chef y creadora del espacio @almacenconsciente. ¿Cómo podemos sumarlo a las comidas? Podemos saltear vegetales, preparar risottos, sopas, guisos o incluso hornear panes, budines o galletas.
Definitivamente creo que cada vez repensamos mejor nuestra alimentación, hay más consciencia y acceso a la información.
Además de aportar gran sabor a las comidas y tener la cualidad de mezclarse con los nutrientes de los alimentos sin perder sus cualidades medicinales, la especialista remarca algunas de sus propiedades fundamentales: promueve la digestión y contribuye a asimilar los nutrientes de los alimentos a los que acompaña.
Además, contiene antioxidantes: vitaminas A, D, E y K. También posee entre un 2 y 3% de ácido linoleico (ácido graso poliinsaturado esencial) y un 27% de grasas monoinsaturadas.
EL PILAR DEL AYURVEDA
“Según Sushruta, el antiguo profeta Ayurvédico, el ghee edifica la inteligencia y promueve la virilidad. Según el sabio Charaka mejora la memoria y aumenta la inmunidad”, explica Romina sobre el ghee, cuya preparación es una forma de meditación simple y activa.
“El ghee penetra profundamente todos los tejidos transformándose en un vehículo perfecto para transmitir el poder de los polvos de hierbas, de las esencias y de los medicamentos al organismo. Por eso es utilizado en los tratamientos ayurvédicos de desintoxicación (Panchakarma)”, afirma, y agrega: “El Ghee retarda el envejecimiento de los tejidos, nutre la piel y lubrica las articulaciones”.
ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS
- La calidad del ghee depende de la calidad de la manteca, de la forma de prepararlo y de la forma de . almacenarlo.
- Lo ideal es prepararlo con manteca orgánica y cuanto más añejo es (si está bien preparado) mayor será su valor medicinal.
- Es un alimento que equilibra los tres doshas aunque es especialmente recomendado para Pitta.
- No es necesario guardarlo en la heladera dado que los elementos que estropean a la manteca fueron retirados.
- Se recomienda conservarlo en frasco de vidrio hermético y utilizar utensilios bien secos para no ingresar humedad entro del ghee, lo cual alarga su conservación.
RECETA: HACÉ TU PROPIO GHEE
Vas a necesitar:
- 500 gr. de manteca orgánica
- 1 olla de acero inoxidable o enlozada
- 1 cuchara de madera (tiene que estar seca)
- 1 frasco de vidrio esterilizado
- Amor y paciencia
Preparación:
– Colocar la manteca orgánica trozada dentro de la olla y llevar a fuego bajo. Comenzará a aparecer una espuma sobre la superficie que iremos retirando con la cuchara de madera.
Es importante no revolver, así una parte se deposita en el fondo como sedimento.
– Una vez que retiramos toda la espuma de la superficie y de los bordes de la olla, notaremos que el ghee se torna de un color dorado intenso. Sólo debe quedar el aceite puro de la manteca. Cualquier punto blanco que quede dentro del ghee (espuma) puede estropear su posterior conservación.
– Apagamos el fuego y dejamos entibiar. Vertemos el ghee en el frasco de vidrio previamente esterilizado asegurándonos que el sedimento quede en el fondo de la olla.
– Dejar enfriar, tapar herméticamente y conservar en la alacena.
“Si queremos preparar en cantidad para guardar, yo recomiendo envasarlo en varios frascos chicos, para evitar tener un frasco grande expuesto durante varios meses a la humedad de la cocina, cada vez que vamos a cocinar. Mientras estamos utilizando uno de los frascos, el resto los conservamos en la alacena cerrados herméticamente”, aconseja Romina.
Y ojo: el ghee debe tener un aroma suave y agradable. Si en cambio tiene un sabor fuerte y rancio, significa que no estuvo bien elaborado: “Si tenemos dudas de si lo preparamos adecuadamente, lo podemos conservar en la heladera”.