Nos vamos preparando para la llegada de soles más intensos y necesitamos reforzar el cuidado de nuestra piel. Más allá de tus tratamientos estéticos y personalizados, hay ciertos básicos indispensables para que nuestra piel se vea saludable y radiante. Hoy los repasamos:
Mantenerla limpia y exfoliarla: Sin la limpieza adecuada, los tratamientos y cremas no penetran en tu piel ni cumplen con su función, sea cual sea la marca que elijas. La higiene facial y corporal es tan necesaria como el resto de tus hábitos de cuidado y de belleza. No te acuestes sin sacarte el maquillaje y, aunque no te hayas maquillado, siempre necesitás realizar una pequeña limpieza de tu piel utilizando una crema suave que remueva los residuos y las toxinas para alivianar y suavizar el cutis. Sumar un exfoliante adecuado, te permitirá purificar a nivel profundo y obtener mejores resultados.
Hidratarla de día: La hidratación debe ocurrir durante el día. Entonces, al momento de seleccionar tu crema facial diurna, buscá que contenga componentes naturales que la hidraten y le den elasticidad. No te olvides de ingerir una buena cantidad de agua a lo largo de la jornada y recordá que ni el jugo, ni el mate la reemplazan.
Nutrirla de noche: Para cuidar tu piel en las noches, es ideal utilizar una crema nutritiva ya que cuando el cuerpo está en reposo y absorbe mucho mejor las propiedades de los productos que elegimos. Entonces, durante el día ya te hidrataste y ahora te nutrís. Las cremas con base de palta o manteca de karité son ideales. Tené en cuenta que la nutrición es la que previene la aparición de líneas y signos de envejecimiento prematuro.
Nos ayudan mucho:
• Utilizar aguas termales para rociarte durante el día
• Beber tres litros de agua diarios
• Realizarte pequeños masajes faciales vos misma, una o dos veces por semana
• Evitar exponerte al sol en horarios de alta intensidad
• Que las cremas y los tratamientos que elijas sean especialmente adecuados para tu tipo de piel.