Es una de las prácticas que suele quedar reservada para unos pocos que cuentan con buena voz y aptitudes para entonar melodías… ¿pero quién dice que no lo puede hacer todo el mundo? Además de generarnos placer (tanto como bailar o hacer ejercicio), cantar puede aportar múltiples beneficios para nuestra salud. Conocelos acá.
Casi un deporte
Cantar puede ser considerado un deporte por, en primer lugar, ayudar a controlar y mejorar la respiración. “No hay nada más normal que sentirse relajado después de haber cantado. Una persona se siente agradablemente distendida y sus tensiones musculares desaparecen”, sostiene un artículo del sitio Vix.
Por otro lado, los músculos abdominales se ven involucrados al cantar, concretamente cuando deseamos aumentar el tono o mantener una tonalidad durante más tiempo. En realidad, se trata de una buena alternativa para quienes desean reafirmar el vientre, entre otros beneficios corporales que puede tener, como indica el portal mencionado.
Según el sitio especializado Mejor con Salud, cantar puede:
Ayudar a segregar endorfinas: Lo vemos desde pequeños, cuando las madres cantan a sus bebés antes de dormirse y ellos se calman y logran conciliar el sueño. La endorfina es una hormona que favorece el bienestar de las personas y provoca felicidad.
Mantenernos socialmente activos: Cantar nos hace conectarnos con otros y, ya que vivimos en una sociedad, lo ideal es sentir que somos parte del mundo que nos rodea.
Mejorar la inmunidad de pacientes con cáncer: El canto proporciona bienestar y ayudará a los pacientes a sentirse mejor, además de ayudar a reducir los niveles de estrés.
Contribuir a la salud del corazón: Al ser un ejercicio aeróbico, cantar brinda un aumento en la oxigenación de la sangre.
Combatir los ronquidos: El ejercicio de los músculos de la garganta generado por el canto puede ayudarte a combatir esos terribles ronquidos nocturnos.
Disminuir los efectos del asma: Cuando cantás estás respirando de una manera más profunda y lenta, por lo que es muy beneficioso si tenés problemas respiratorios.
Reducir el estrés: El canto puede ayudarnos a conseguir una frecuencia cardíaca más baja, disminuir la presión arterial y reducir el estrés.