A punto de finalizar el año, Mercurio retoma el su trayecto por Sagitario y con él algunas ideas que habían quedado algo inconclusas durante el año logran tomar forma. Antes de que el Sol entre en el signo de Capricornio y se activen los verdaderos compromisos de fin de año, los planetas terminan de festejar con la conjunción de Marte y Neptuno en Piscis: nuestro cuerpo se siente sumergido en un sueño que de a poco va tomando realidad. Transformaciones e ideas claras sobre el qué si y qué no para el próximo año y una profunda sensación de simbiosis con nuestro alrededor. Habiendo finalizado ya la temporada Escorpio, se puede decir que lo que no mata fortalece el deseo de crecimiento.