La limpieza de la piel es uno de los pasos más importantes de toda rutina de belleza. Pero a la vez puede ser muy contaminante si no tomamos consciencia. ¿Cuántos algodoncitos usás para sacarte el maquillaje? Imaginate si multiplicás esa cantidad por los días del año y después por millones de mujeres.
Las toallitas desmaquillantes y el algodón no solo implican generar una mayor cantidad de basura, sino que además no resulta fácil reciclarlos. Si querés sumarte al movimiento “zero waste”, en este artículo te propongo algunas alternativas para actualizar tus productos por algunos más sustentables.
Discos de algodón. Vienen a reemplazar a las toallitas desechables y a los paños de microfibras, dejando cero residuos. Si cuando terminás de maquillarte tu tacho de basura está que rebalsa, este producto es una buena opción. ¡Además, es una gran opción para ahorrar! Son aptas para pieles sensibles o alérgicas, e ideales para bebés.
Toallas de microfibra. Brindan limpieza profunda y eliminan todo tipo de maquillaje, solo mojándolas con agua. Luego, se lavan en el lavarropas y su vida útil es de hasta mil usos.
Esponja Konjac. Hace tiempo que este método desmaquillante se convirtió en la última obsesión beauty. Se trata de una esponja ecológica y natural que, gracias a su porosidad, puede remover maquillaje e impurezas sin necesidad de agregar otro producto. Puede parecer rígida al principio pero no te preocupes, se ablanda con el contacto del agua.
Cepillo facial. Elaborado con cerdas de fibras vegetales, este producto promete purificar y tonificar el cutis, y activar la circulación sanguínea. Recomiendan utilizarlo en ocasiones puntuales como una exfoliación más profunda, a través de movimientos circulares suaves.
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