Quizás te resulte difícil relajar tus pensamientos y experimentes, constantemente, la sensación de tener una gran sobre carga de energía a nivel mental. Esto puede provocarte confusiones, dolores de cabeza, falta de concentración y, sobre todo, un gran desgaste físico. Hoy te contamos que la naturaleza es una gran aliada para ayudarte a reducir estrés y liberar tu mente.

Un Silencio que canta: Cuando contemplamos un paisaje natural, un bosque o las flores que tenemos cerca, la primera impresión es que se encuentran en silencio. Pero a medida que bajamos el ritmo interno y conectamos con la naturaleza, podemos percibir una gran variedad de sonidos y vibraciones que actúan directamente sobre nosotros, relajando el sistema nervioso, calmando el cuerpo y hasta reduciendo el ritmo de los pensamientos. Probá sentarte frente al mar, frente a un árbol o en tu propio jardín, durante algunos minutos con la simple intención de contemplar y descargar estrés. La tierra lo vuelve a cero transmutando tu energía personal.

Pre-ocuparse, viene de no estar en el presente: Cada vez que te encuentres pre-ocupándote demasiado, hacé el ejercicio de recordar que estás adelantándote mentalmente, en vez de accionar en el ahora y tal vez mejorar y hasta transformar esa situación que tanto te desvelaba. La naturaleza es la mejor compañera para volver a conectar con el presente, todo en ella pareciera sugerirnos que estamos en la tierra atravesando ciclos, estaciones, momentos para actuar, momentos para replegarnos y dejar de hacer. Momentos para crecer, elevarnos, volar, florecer.

Pequeñas acciones que, también, te ayudan

• Salí a caminar al aire libre
• Acostate boca arriba mirando el cielo
• Caminá descalzo sobre el pasto o la tierra
• Sentate frente al mar, acomodando la espalda y enderezando tu cuerpo