Estas lámparas no traen un genio adentro pero podríamos decir que son mágicas. Su particularidad está en la pantalla, hecha a base de cristales de sal, principalmente extraídos del Himalaya, Rusia y Europa central.
Sus beneficios
Las lámparas artesanales de sal no tienen como finalidad iluminar nuestro hogar. Ellas ionizan y armonizan los ambientes naturalmente, purificando el aire. El calor de la luz atrae la humedad y libera iones negativos que, a su vez, eliminan las bacterias que hay en el aire. Esto hace que no las aspires y evita dolores de cabeza, estrés o fatiga.
Además de purificar el aire del hogar, las lámparas de sal alivian síntomas del asma y reduce el efecto de las partículas que nos traen alergias o enfermedades respiratorias.
Sus efectos y su tenue luz, concilian el sueño, ayudan a la concentración y a la relajación. Generan un clima ideal para practicar meditación, masajes, reiki o reflexología.
Cómo cuidarlas