Tauro, el signo que nos envuelve en este momento, nos conecta con la maestría de confiar en las esperas, de conectar con los ciclos y entender que cada etapa es necesaria y valiosa para lo que viene después. Sin embargo, una de las cosas más difíciles para el ser humano es desarrollar la paciencia.
Caminar desde la ansiedad dificulta y entorpece nuestro logro de objetivos
- Nos impulsa a intentar (Fracasando una y otra vez) tener todo bajo control
- Nos impide conectar con el ahora, con el presente, en el cual (Seguramente) hay algún aprendizaje o bendición para nosotros, aunque en este tiempo no podamos detectarlo
- Nos provoca enormes gastos de energía corporal y mental que podríamos usar productivamente
- Nos genera miedos a resultados que, quizás, nunca se den como los imaginamos.
Utilicemos este mes para intentar nivelar el estrés que nos genera la adicción al futuro
- Elegí una situación dificultosa y tratá de listar qué aprendizajes te trajo (Eso no quita que duela o no duela, es solo decodificar que hay detrás)
- Buscá un aspecto o relación que siempre trates de tener en tus manos y soltale un bracito. Confiá en que hay procesos que pueden auto-sostenerse y necesitan hacerlo para poder fluir y sanar.
- Es solo una fase y, por suerte para todos, las fases se suceden y cambian. Están siempre en movimiento.
Paso a paso, con alas y corazón, vas construyendo tu propio camino. Y no está nada mal que, cada tanto, le des pausa para mirar, sentir y reflexionar alrededor. Para esos momentos, te recomendamos una pequeña fórmula floral del Sistema Bach con las siguientes esencias: Elm (Te ayuda a soltar y a organizar por dentro y por fuera) + Larch (Te devuelve a tu lugar en el proceso y te brinda confianza y quietud) + Impatience (Reduce la ansiedad devilviendote la paz y la perspectiva) .