Hacer ejercicio no es necesariamente la actividad favorita de todas las personas. Hay fanáticos del fitness, otros no tanto y otros que lo evaden todo lo que pueden. Pero para todos, hay un elemento que es indispensable a la hora de conseguir motivación: la música.
Cuando estamos exponiendo nuestro cuerpo a demandas de fuerza y resistencia, una buena playlist se convierte en un gran aliado. Ya sea en el gimnasio levantando pesas, corriendo en la calle o paseando en bicicleta, el ritmo de la música se vuelve parte del ejercicio. Nos marca los tiempos, las repeticiones y nos brinda estímulos.
“La música tiene un efecto motivante, aunque no funciona para todos igual: depende de la persona. Hay quienes necesitan que el ritmo los ayude a moverse, mientras que para otros es más secundario, y lo utilizan como medio”, explica Claudia Lescano, licenciada en alto rendimiento y preparadora física en una nota de Infobae.
Listas científicamente ideales para entrenar
Spotify es la aplicación musical que siempre está a la vanguardia de las nuevas tendencias. Recientemente lanzó una lista de canciones para quienes quieren entrenar con canciones aprobadas científicamente para hacer ejercicio.
El doctor Costas Karageorghis, experto mundial en música para hacer ejercicio y deporte, diseñó este listado que, comprobado científicamente, sirve para aumentar el rendimiento y la actividad.
Después de analizar 11 millones de playlists, el especialista seleccionó canciones específicas para las principales rutinas de acondicionamiento físico, como el método Tabata, Cardio Baile, INSANITY, entrenamiento de fortalecimiento muscular de gimnastas y CrossFit, basándose en las pulsaciones por minuto (PPM), construcción rítmica, melodía, armonía y la letra, según menciona una nota de La Tercera.
Música para potenciar el rendimiento
¿A qué se debe esta elección de la música en el entrenamiento? “Un común denominador para quienes realizan actividad física es lograr la distracción a través de la música.
¿En qué consiste? En no estar pendiente de cuántas repeticiones faltan para terminar un ejercicio, o cuántos kilómetros o minutos van desde que comenzó el trote. Al lograr este cometido, se podrá disfrutar mucho más de la actividad. Ya sea con música pop, electrónica o rock, lo cierto es que la música actúa como motor para impulsar el movimiento o simplemente como acompañamiento en la rutina”, señala Lescano.
Carlos Rojas, director general en la región de la app de streaming Guvera, explica en Infobae que “puede existir una persona a la que le guste puntualmente una banda y decida escucharla para realizar actividad física. Esos casos son los que llamamos blancos y negros enfocados en los extremos”.
Los estilos de música para cada entrenamiento
Running: soft rock. La elección de los temas depende de que mantengan un ritmo constante.
Crossfit: rock pesado. Las personas que hacen este tipo de entrenamiento escuchan ritmos más intensos, igual que quienes hacen musculación. También suelen escuchar música electrónica.
Kangoo jumps, Step, Zumba o Pole Dance: pop, reggaeton, latino.
Estiramiento: baladas, ritmos tranquilos y relajantes.