A partir del martes vivenciaremos la luna llena del mes y te contamos qué energías se movilizan y cómo alinearte a ellas. Siempre recordando que cómo es arriba en el cielo, es también abajo en la tierra. Momento de enfrentarnos a la realidad más profunda que debemos afrontar para vivir mejor.
Comenzamos la semana con una fuerte y reveladora energía astrológica ya que el 27 de octubre se activa sobre nosotros una luna llena en Tauro acompañando al sol en Escorpio. Al ser la fase de luna llena, siempre se relaciona con revelaciones, algo o alguien se hace muy claro y muy comprensible para nosotros y comprendemos por las buenas (Cuando aceptamos) o por las malas (Cuando resistimos) que para alcanzar el disfrute y la estabilidad que anhelamos, necesitamos afrontar, enfrentar y disponernos a transformar lo que más nos asusta en nosotros mismos.
Recordemos que Tauro es el primer signo de tierra, representa la energía femenina del disfrute, la noción del valor, nuestros recursos personales para crear y la persistencia para dar forma y fuerza a nuestra vida. Escorpio, en cambio, es un signo de aguas bien bien profundas. Activa esas emociones que tratamos de mantener bajo llave porque sabemos que podemos desbordarnos.
Entonces, esta lunación es un momento de gran realismo, es decir, que se nos presentarán en los días previos y posteriores, con mucha fuerza, aquellas temáticas que veníamos posponiendo o idealizando por temor a no sentirnos listos. Esta luna activa nuestra evolución y pareciera que nos empujara a tomar decisiones concretas en diferentes aspectos personales. Es normal sentirnos sobrepasados, confundidos, presionados y hasta con cierto dolor por tener que asumir que debemos accionar ahora, para que las cosas cambien y se definan.
No es un momento para idealizar, desenfocarnos o dejar pasar para después. Con todas sus fuerzas, esta luna te mostrará lo que necesitás cambiar y que el momento definitivamente ha llegado.
Te sugiero practicar una meditación suave para centrarte y evaluar tu presente con calma y sin ansiedades que perturben. Durante los ocho días posteriores, recordá hidratarte, usar aromaterapia para limpiarte y favorecer el movimiento de tu energía tanto por dentro como por fuera.