Muchas veces, ya no sabemos qué más hacer para que nos vaya bien en el trabajo y en nuestros proyectos. Intento tras intento, vamos encontrando trabas que acumulan desmotivación y falta de vitalidad. Nos vamos sobrecargando, perdiendo potencial y creatividad. No somos conscientes de que, quizás, estemos depositando demasiada energía en actividades y empleos que no se alinean verdaderamente a nuestra misión y a nuestra esencia personal.
Resulta clave comprender esto, porque si nos empleamos en tareas que no producen nuestra expansión y no nos permiten desarrollar esos dones que portamos en forma única, entonces, le estará faltando una parte al Universo, porque nuestra misión no la está cumpliendo nadie. Solo nosotros somos capaces de realizar el camino que nos hemos propuesto para evolucionar. Puede haber copias, puede haber parecidos, pero nunca habrá nadie que pueda experimentar la vida o transformarla como podemos hacerlo nosotros mismos. A la vida no le da lo mismo que no estés.
Los problemas financieros, la falta de energía creativa o de ideas renovadas y actualizadas, la sensación de estar sobrecargados de situaciones que no fluyen y hasta la falta de sentido interior, pueden estar debiéndose a que nos detuvimos en el lugar equivocado. En un lugar en donde ni avanzamos, ni descansamos. En el lugar que otros pensaban que era para nosotros, en el lugar que la sociedad nos “sugiere” que nos brindará seguridad o en ese espacio en el que no somos nosotros mismos y tampoco podemos ser otros, porque estamos desenraizados de nuestro propósito superior.
Entonces hoy, nos invito a preguntarnos acerca de esas circunstancias y trabajos que nos provocan sensación de letargo, de monotonía, de fracaso o falta de sentido. ¿Estamos realmente en dónde queremos estar? ¿Qué nos inspira hoy? ¿Dedicamos tiempo y energía a conectarnos con ello? ¿Sentimos que estamos en un espacio donde podemos brindar nuestro aporte, utilizando nuestros dones y habilidades especiales? ¿Somos felices hoy? ¿Qué esperamos de nuestro camino y qué estamos haciendo, o no haciendo, para encontrarlo?
Tal vez, no se trate de girar una vuelta completa. Tal vez, solo sea necesario detenernos a contemplar la perspectiva actual de nuestro presente. Tomarnos un momento para intentar respondernos a nosotros mismos, desde nuestra parte más profunda, desde esa zona que pareciera existir en los sueños o en la intuición.
Y, quizás, solo tengamos que ajustar algunos pasos y animarnos a recrear la energía que queremos a nuestro alrededor. Porque aunque no podamos determinar con total certeza a dónde nos llevamos a nosotros mismos, me gusta pensar que inspirándonos, cada mañana, en nuestra propia vida, podremos comprender que la abundancia, seguramente, sea un espacio intermedio entre el amor, el camino y la voluntad para transformar.