La abundancia es una energía: Atraéla

Muchas personas se encuentran permanentemente en situaciones conflictivas con el dinero y la prosperidad general de sus vidas. Algunos, porque no saben cómo administrarse, otros porque más allá de esforzarse, no logran generar su abundancia ni lo que necesitan para afrontar sus necesidades diarias y otros porque así de fácil como lo reciben, igual de fácil lo pierden, sin concretar metas de largo plazo o propósitos que se habían fijado. Hoy veremos que gran parte, responde a nuestra relación emocional y que transformando nuestro punto de vista, podemos generar grandes cambios a nuestro alrededor.

En muchos casos, existe una creencia limitante, en nuestro interior acerca de que para obtener dinero, materiales o abundancia en nuestra vida, debemos trabajar esforzándonos y sacrificándonos en forma constante. También, existen imágenes asociadas al dinero en forma negativa como, por ejemplo, las heredadas por nuestra familia y árbol genealógico, si generación tras generación, hemos visto que nos rodeaban la escasez y la falta de prosperidad. Comienza a gestarse en nosotros la creencia del “no podemos”, del “no somos capaces”, o del “mi familia no tiene buena posición económica y siempre ha sido así”.

En otros casos, hay quienes viven con miedo. Miedo de “que si algo bueno les ha sucedido, entonces, ahora algo malo o negativo vendrá a sus vidas, porque no todo puede ser perfecto”. Esta es una de las creencias más limitantes que podemos portar, ya que no nos deja recibir. Nos bloquea y nos hace sentir culpables cuando somos bendecidos de alguna forma.

Todas estas imágenes asociadas al dinero y a la abundancia nos provocan estar por la vida vibrando desde la escasez. Del mismo modo, el no animarnos a compartir lo que tenemos por apego o por protegerlo en exceso. El no deshacernos de lo que ya no usamos, simplemente, por acumular y otorgarle un valor sentimental también excesivo.

Todas las limitaciones que vivimos en nuestra vida, nos hablan de un estado interno que, muchas veces, es inconsciente para nosotros. Las experiencias vividas, los patrones que fuimos adoptando de nuestras familias y recreándolos en nuestro presente, las etiquetas que dejamos que nos pusieran y nos creyéramos poco capaces o poco transformadores. Y sobre todo, el error de creer que la abundancia, la riqueza y la prosperidad son instancias externas a nosotros y hasta separadas de nuestra espiritualidad.

Necesitamos sanar nuestra relación en esta instancia, porque si el dinero y la prosperidad son energías, entonces todos podemos decidirnos a trabajar para atraerlas a nuestras vidas en forma armónica, sin dolor, sin sacrificio desmedido, sin tener que resignar lo que somos en esencia trabajando jornadas extenuantes en oficios y circunstancias que no nos satisfacen y hasta nos alejan de lo que queremos ser.

Meditemos, entonces, intentando comprender que la abundancia y la prosperidad conforman, en realidad, una manera de vivir nuestra vida, son el resultado de nuestro estado de conciencia. Espejan nuestros miedos y nuestras fortalezas. Y podemos cambiar estas estructuras para transformar nuestra situación presente.

Trabajemos entonces para alinearnos y crear una vida diaria mucho más sana y abundante en todos los sentidos. Agradezcamos lo que tenemos, lo que nos rodea, lo que hemos conseguido al día de hoy, sin juzgarlo. Dediquemos tiempo a establecer nuestras metas y propósitos, intentando alinear lo que queremos lograr con nuestras habilidades y actividades que podemos y sabemos disfrutar. Que cada día nos nutra, que nos abramos a recibir sin culpas ni miedos. Porque nada malo tiene que pasarnos, por ser bendecidos, por ser obsequiados.

Recordemos que la abundancia que tenemos o que nos falta, representa (En gran parte) nuestra manera de concebirla y de relacionarnos con ella. Te compartimos esta nota que puede ayudarte a comenzar a mejorar tu vida diaria: http://serpositivo.tv/?p=437 .

Mariela Blanco. 

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