- Té Negro. Ya sea en infusiones y saquitos, es el más popular en Occidente. Es el más estimulante de los tés por contener mayor cantidad de teína. Además, tiene gran cantidad de antioxidantes, un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, resulta bueno para el estómago y produce sensación de saciedad.
- Té Verde. Considerado el más saludable dentro de la medicina natural por su baja cantidad de teína y sus excelentes bondades para el organismo. Refuerza el sistema inmune, ayuda a protegerse de virus e infecciones, es depurativo, digestivo y quemagrasas. Se destaca por contenter antioxidantes que retrasan el envejecimiento prematuro, además es rico en minerales y aporta vitaminas A, C y E. En Japón lo consumen como acompañamiento duranre las comidas. Se desaconseja en embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y personas con hipertensión,
- Té Rojo. Lo llaman pu-erh o “té de los emperadores” porque durante mucho tiempo estuvo prohibido entre las castas inferiores. Por su efecto quemagrasas, se receta en dietas depurativas o de pérdida de peso. Se produce exclusivamente en la provincia Yunnan en China.
- Té blanco. En China le atribuyen el poder de la inmortalidad y la juventud eterna. Esto surge porque en lugar de hojas, se cosechan los brotes más pequeños y tiernos de la planta, lo que nos permitiría beber su vitalidad. Es de los más refinados y ricos en antioxidantes. Aporta vitaminas C y E, y es diurético.
- Té azul. Conocido como “Oolong” es un té a medio camino entre el té verde y el té rojo. Es antioxidante, ayuda a estimular el sistema inmune y regular el colesterol.
Claves del buen té
- El agua. Para 1 taza, calentar 150 ml de agua y colocar 2 gramos de té. Se recomienda que el agua no sea dura, es decir que no tenga muchos carbonatos de calcio y magnesio.
- La temperatura. Calcular el tiempo de infusión de cada té depende de la cantidad de hojas y de la temperatura del agua: a más hojas, menos tiempo; a más temperatura, menos tiempo.
- Los recipientes. Expertos aconsejan realizar las infusiones en una taza o en una tetera de vidrio o porcelana, y evitar materiales que desprendan aroma o particular, como el barro que puede dejar sabor a tierra. Del hierro, advierten que no mantiene la temperatura tan bien como la cerámica, y desaconsejan los infusionadores de tipo bolita porque “aprisionan las hojas” le impiden abrirse plenamente.
Embarazadas o mujeres en época de lactancia, y personas con hipertensión, es recomendable que consulten a su médico antes de beber.
Fuentes consultadas
Estudio de European journal of clinical nutrition.
Estudio de American journal of physiology-Regulatory, integrative and comparative physiology.
Artículo de La Vanguardia – “Los 10 errores que cometes cuando te preparas un té”