-
- Ciprés y Menta: Ambos aromas actúan higienizando la mente. Producen un efecto de limpieza y claridad mental. Ideal para después de un día de trabajo arduo.
- Lavanda: ¡El clásico de clásicos! Esta es una esencia que siempre sugiero a modo de kit básico. El aroma de lavandas no solo calma nuestro sistema nervioso, sino que además estimula la intuición y aclara la visión. Ideal para personas que pasan mucho tiempo encerradas y alejadas de la naturaleza.
- Vainilla dulce: Esta fragancia te ayuda a relajarte y a reconectar con tu sensorialidad. Aporta una sensación de “Apagar la mente y encender el cuerpo”, invitándote a calmar tus pensamientos y disponerte a sentir. Ideal para relajarse en pareja.
- Melisa: Ideal para serenarte después de atravesar alguna situación dolorosa o relacionada con tu corazón. Utilizala antes de irte a dormir para beneficiar tu sueño.
- Jazmín: Su fragancia trabaja la serenidad y la reconexión con nuestra autoestima. Nos predispone a disfrutar entendiendo que necesitamos y merecemos tiempos tranquilos y sin actividades. Saber detenernos a tiempo, forma parte de una acción sana.
Relajate y querete.
¿Cuál es la esencia que más necesitás?