A vos, signo de aire, brisas y vientos, te toca sanar tus relaciones a través de un aspecto que va a gustarte mucho. Este año, tendrás que reconectar con tu poder creativo, con el romance, con los hijos, con el juego que te libera del pensamiento excesivo y de tomarte todo demasiado enserio.
Te toca también, dejarte conquistar por la vida, bajando la guardia y la defensiva. Abriendo la mente para cambiar, el corazón para amar más fuerte y las manos para abrazar el cambio (Cambio que rige y regirá tu vida por ser un signo maestro del movimiento y el buen fluir).
Tu trabajo entonces será:
Retomar o iniciar un proyecto creativo. Quizás se trate de cambiar de trabajo o de generar un nuevo equipo. Esta tarea generará una renovación de energías que sanará el resto de las áreas de tu vida personal.
Pensar en niños. Embarazo, sobrinos, pasar tiempo con los más chiquitos que serán, tus grandes maestros en esta etapa. Su libertad, su flexibilidad, su creencia en la magia. Su andar libre y despreocupado. Se trata, también, de sanar tu niño interno, tu infancia o algún aspecto de tu pasado que está interfiriendo en tu libertad o despegue actual.
Salir de un estado de letargo en el cual te mantuviste en el 2016 y volver a inspirarte, dejándote enamorar por la vida, por tu pareja, por alguien nuevo o por las oportunidades que vos mismo generás, cuando limpiás y calmás tu mente.